LA ROCA
Fuente:
Ana maría Frege Issa
Este
artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Cuenta una historia que después de
un naufragio en una terrible tempestad, un marinero pudo llegar a una pequeña
roca y escalarla, permaneciendo en ella durante muchas horas.
Cuando finalmente pudo ser rescatado, un amigo suyo
le preguntó:
–
¿No temblabas de espanto por estar tantas horas en tan precaria
situación, amigo mío?
–
Sí, – contestó el náufrago- la verdad es que temblaba mucho; pero… ¡la
roca no! Y esto fue lo que me salvó.
No
importa lo fuerte que sea la tempestad, si nuestro barco se hundió o si
llevamos días esperando un rescate, lo cierto es que mientras permanezcamos en
la Roca, nada podrá dañarnos.
Tu
tempestad puede llamarse problemas financieros, familiares, de salud,
sentimentales, crisis política y social en tu país, desastres naturales, etc.;
sin importar de qué se trate, puedes
estar seguro que ninguno de ellos te hundirá, no perecerás por muy fuertes que
sean.
Aférrate
a Dios, pon en Él tu confianza, porque es el único Refugio seguro que tendrás,
es la Roca que no se mueve y te ayuda a mantenerte a salvo en medio de la tormenta.
“El
Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me
refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!” Salmos 18:2 (NTV)
Al
igual que el náufrago, puede ser que estés temblando de miedo pero no
temas, si te refugias y permaneces en
Dios, no habrán olas, ni viento ni ningún tipo de tempestad que te venza.
Deja
de luchar con tus fuerzas, sostente de la Roca y refúgiate en Dios, permite que
Él detenga el viento y calme las aguas, entrégale esa tormenta que te
atemoriza; verás que Dios nunca falla.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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