UNA CARICIA DEL CIELO
Extracto
del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Juan” Por Edgardo Tosoni
devocionaldiario.org
Pasaje
Clave: Juan 2
DAME DAME VINO, DAME DAME VINO
Más
de un “borrachín” estaría fascinado por lo que hizo Jesús: querían más vino,
les dio más vino. Pero vamos por parte.
Este
fue el primer milagro oficial de Jesús. La realidad es que no sabemos si
durante sus primeros 30 años (antes de comenzar públicamente su ministerio) se
le “escapó” algún milagro. Recuerda que Él siempre fue Dios y que no hay
registros de aquellos años.
¿En
dónde se encontraba Jesús? (vs.1-2). ¿Qué sucedió en la fiesta? (vs.3).
¿Qué
le responde Jesús y qué le dice ella a los sirvientes? (vs.4-5).
¿Cuáles
son las indicaciones de Jesús? (vs.6-8).
Espera,
hagamos algunos cálculos matemáticos. Hay 6 tinajas de piedra. En cada tinaja
caben 2 o 3 cántaros. Cada cántaro tiene una capacidad de 40 litros. ¿Cuánto
vino produjo Jesús con su espectacular 1º milagro?
¿Cuál
fue la reacción de aquellos que probaron el nuevo vino? (vs.9-10).
¡Sin
palabras! ¡Párate y aplaude! ¡Es increíble! No sólo produjo vino en abundancia,
sino que además era de primerísima calidad. Litros y litros del mejor vino.
¿Es
necesario recordarte que todo, TODO, lo que hace Jesús es excelente, es
abundante, es grandioso? ¿Necesito recordarte que Jesús nos da más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos?
¿Hace
falta recordarte que Jesús está más interesado que nosotros mismos en hacer
cosas extraordinarias en nuestras vidas, sorprendernos y sorprender a todos a
nuestro alrededor?
Leí
del pastor Bernardo Stamateas que Jesús no tenía ninguna necesidad de hacer
este milagro. No había enfermos, no había endemoniados, nadie había muerto, era
una fiesta y se había terminado el vino. Punto. ¿Entonces para qué lo hizo?
Para darles un mimo. Jesús los mimó. “¿Desean esto? Tomen, se los doy”. Un mimo
de Dios, una caricia del cielo. Porque Jesús no responde sólo necesidades,
Jesús también responde anhelos y deseos. ¿Cuál es el mimo que deseas de Dios?
Pídeselo ahora mismo.
JESÚS
PURIFICA EL TEMPLO 2
Jesús
viaja a Jerusalén con sus discípulos y decide ir al Templo (esto deja bien en
claro que Jesús era de los que congregaban), pero ¿con qué se encuentra allí?
(vs.13-14). ¿Y cómo actúa ante lo que sucedía? (vs.15-16).
¡Jesús
se enoja! Imagínate el espectáculo. Da latigazos sobre las mesas, las tumba,
las monedas salen disparadas para todos lados, los cambistas y comerciantes
quedan pálidos del miedo. Vuelve a dar latigazos sobre el piso, las palomas
vuelan desesperadas, las ovejas y bueyes atropellan todo a su paso mientras
huyen enloquecidos. “¡Fuera! ¡El templo no es un shopping, la casa de mi Padre
no es un mercado!”.
Lee
más en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Marcos” Día 21.
Entiende
bien esto. La reacción de Jesús no fue pura emoción violenta, no fue un
arrebato de locura descontrolada, al contrario, fue ira divina, justicia
celestial ante conductas inapropiadas que estaban completamente fuera de lugar.
Hay enojos violentos que destruyen y matan, pero hay enojos correctos,
necesarios, sanos, que denuncian el pecado y corrigen el error. Así fue el
enojo de Jesús.
¿Cómo
reaccionaron los judíos? (vs.18). ¿Y qué les responde Jesús? (vs.19).
Claramente
los judíos no entendieron de lo que hablaba Jesús (vs.20). Él proféticamente
estaba declarando que lo torturarían y lo matarían, pero al tercer día
resucitaría. Ellos lo destruirían, pero Él se levantaría (vs.21-22).
Mira
esto. La declaración de Jesús no termina con la muerte sino con la
resurrección. El final de la historia no es muerte, es vida. Jesús reconoce el
problema (la tortura, la cruz, la muerte), pero no se enfoca en él, Jesús mira
más allá y habla de triunfo, de victoria, de éxito.
Imita
a Jesús. No niegues el problema, reconócelo porque es real, pero enfócate en
las soluciones. Por fe declara resurrección, sanidad, libertad, salvación,
unidad, paz, prosperidad, y empezarás a ver resultados extraordinarios.
¿Qué
sucede en la fiesta de la Pascua? (vs.23). ¿Y qué actitud toma Jesús ante las
decisiones de las personas que lo seguían? (vs.24-25).
Jesús
conoce el corazón. No lo impresionarás con tu apariencia, con tu belleza o
fealdad, con tu inteligencia ni con tus palabras. Él conoce tu corazón. Detrás
de todas las máscaras, él sabe cómo eres realmente. No importa lo que la gente
piense o diga de ti, tu interés principal tiene que ser “¿qué piensa Jesús de mí?”,
porque Él te conoce como nadie más.
Vivir
sin apariencias delante de Dios te hará vivir realmente libre.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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