EMBARAZADOS DEL REINO.
Todo este proceso empieza en
cada creyente cuando éste recibe a
Jesucristo como su Señor. Tal cosa no es insignificante. El apóstol Pedro dice que hemos sido hechos participantes de la
naturaleza divina (2 P. 1:4). La palabra griega para naturaleza es spora, esta es, la semilla fecundadora
de las flores. En 1Jn. 3:9 dice: que la
simiente de Dios permanece en los hijos de Dios. La palabra griega para
simiente es sperma (compare con
esperma). En otras palabras, cuando el
hombre recibe a Jesucristo es fecundado por el Espíritu de Dios. Esto es
ilustrado por María, quien concibió por el Espíritu Santo la vida divina que es
Cristo.
Después de esto, sigue la
formación de esta vida en cada creyente. Cuando dicha Vida ha llegado a su madurez
se dice que Cristo ha sido formado en el cristiano. A esto se
refería el apóstol Pablo al decir:
“Hijitos míos, por quienes
vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros”
(Gá. 4:19).
Pablo sufrió dolores de parto la
primera vez cuando engendró a los gálatas con el evangelio, implantándoles la
Palabra de Dios y en ella, la Vida Divina. No fue fácil, tuvo que sufrir
persecuciones, escasez, enemigos, y muchas cosas más durante su trabajo
evangelístico entre ellos. Ahora Pablo
volvía a sufrir dolores de parto, a saber, más dificultades, buscando que
Cristo fuese formado en los cristianos habitantes de Galacia.
La batalla por los vencedores conlleva mucho dolor.
No todos pueden reinar, sólo
Cristo es el Rey y reina en quien es formado. No todos pueden reinar porque no
todos pagan el precio para que Cristo sea formado en ellos.
Recibe
una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro
cristiano “Cristo es la Puerta”
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