jueves, 5 de septiembre de 2013

ESPERA, HIJA MÍA,

ESPERA, HIJA MÍA,
 Estate alerta, y ten calma; no temas ni desmaye tu corazón.
 Estad quietos, y sabed que yo soy Dios.
Jesús le dijo ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?
 Será humillado el orgullo del hombre y abatida la altivez de los hombres; el SEÑOR solo será exaltado en aquel día,
María… sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.
 En arrepentimiento y en reposo seréis salvos;  en quietud y confianza está vuestro poder.
Meditad en vuestro corazón sobre vuestro lecho, y callad.
Confía callado en el SEÑOR y espérale con paciencia; no te irrites a causa del que prospera en su camino,  por el hombre que lleva a cabo sus intrigas.
No temerá recibir malas noticias; su corazón está firme, confiado en el SEÑOR. Su corazón está seguro, no temerá,
 El que cree  no será perturbado.
 Ruth 3:1 Is.7:4 Sal.46:10 Jn.11:40 Is. 2:17 Lc. 10:39, 40 Is.30:15 Sal.4:4 Sal.37:7; 112:7, 8 Is.28:16
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”  


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