viernes, 27 de septiembre de 2013

LO QUE LA LEY NO PUDO HACER, YA QUE ERA DÉBIL POR CAUSA DE LA CARNE, DIOS LO HIZO: ENVIANDO A SU PROPIO HIJO EN SEMEJANZA DE CARNE DE PECADO Y COMO OFRENDA POR EL PECADO, CONDENÓ AL PECADO EN LA CARNE.

LO QUE LA LEY NO PUDO HACER, YA QUE ERA DÉBIL POR CAUSA DE LA CARNE, DIOS LO HIZO: ENVIANDO A SU PROPIO HIJO EN SEMEJANZA DE CARNE DE PECADO Y COMO OFRENDA POR EL PECADO, CONDENÓ AL PECADO EN LA CARNE.

Pues ya que la ley sólo tiene la sombra de los bienes futuros y no la forma misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ellos ofrecen continuamente año tras año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera, ¿no habrían cesado de ofrecerse, ya que los adoradores, una vez purificados, no tendrían ya más conciencia de pecado?

De todas las cosas de que no pudisteis ser justificados por la ley de Moisés, por medio de El, todo aquel que cree es justificado.

Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida. Porque ciertamente no ayuda a los ángeles, sino que ayuda a la descendencia de Abraham.

 Por tanto, tenía que ser hecho semejante a sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas que a Dios atañen, para hacer propiciación por los pecados del pueblo.

Ro.8:3 He, 10:1,2 Hch.13:39 He.2:14-17


Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.  
                                                                                                                                            Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”

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