viernes, 10 de enero de 2014

¿MIEDO O TEMOR?

¿MIEDO O TEMOR?
Milagros García Klibansky
Congregación León de Judá
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor. 1 Juan 4:18
Busqué al SEÑOR, y El me respondió, y me libró de todos mis temores. Salmos 34:4
Durante mis estudios de Psiquiatría, el Jefe del departamento era un profesor de renombre en nuestro país, con una apariencia física que imponía respeto y una personalidad que exhibía aspectos contrastantes. Todos le temían, porque no le conocían lo suficiente, más los que llegamos a conocerlo, lo amábamos, pues debajo de aquella coraza, había un corazón que se doblegaba ante el amor.
Durante una conversación recuerdo que le dije: -No entiendo por qué todo el mundo le tiene miedo.
Él me miró un poco sorprendido y me respondió: -yo lo que no entiendo es porqué tú no sientes lo mismo.
-Si yo sintiera miedo de usted, no podría quererlo y yo le tengo mucho cariño y lo admiro- respondí.
Comenzó a reír y esas sencillas palabras abrieron el camino a una sincera relación, a punto tal, que yo era una de esas pocas personas que podían decirle directo a la cara cuando pensaba que no estaba actuando bien sin que quedaran resentimientos. Había una comunión entre los dos.
Él partió ya de este mundo y quién sabe si al borde de su muerte recordó al Cristo del que yo le hablé algún día y se arrepintió de sus pecados, esa duda hasta hoy me entristece, pero solo lo sabré cuando llegue a donde voy.
Pero el punto es el temor, cuando decimos que tenemos temor de Dios, no estamos hablando del miedo paralizante por lo que vamos a recibir a cambio de un error que podamos cometer, ni el castigo que recibiremos por entristecernos y no estar conformes con lo que nuestro Padre ha planeado para nosotros. El temor que sentimos es el temor de defraudar a nuestro Padre, de no ser dignos de la confianza que ha depositado en nosotros, de no cumplir las expectativas que muchas veces son nuestras, porque Él sabe muy bien que puede esperar de estas criaturas frágiles e imperfectas que no pueden protegerse a sí mismas. No es el temor a que seamos desechados por Él, es el temor a infringirle más heridas de las que ya le hemos provocado, es la vergüenza que experimentamos por la traición de mostrar al mundo un rostro que no es el suyo, por eso dijo el salmista: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre. (Sal 111.10)
Quien anda guiado por su mano no tiene temor de caer en una trampa, porque conoce el camino, su Padre lo instruyó y le dio un mapa. Si sabemos orientarnos bien, los temores desaparecerán porque mostraremos una vida que lo dignifique y le dé la Gloria.
Acepta el reto y desecha el miedo de tu vida. Solo entonces podrás sentir su amor en toda su plenitud.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


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