Intenta dormir más.

Intenta dormir más

“…A SU AMADO DARÁ DIOS EL SUEÑO.” (Salmo 127:2b)

John Ortberg escribe: “Cuando intenté vivir de una manera cariñosa durante un día entero, descubrí que el amor requiere una enorme dosis de energía, y yo, sencillamente, estaba demasiado cansado para hacerlo. Me di cuenta de que, aunque no suene nada espiritual, si me tomara en serio lo de ser una persona más simpática, tenía que dormir más. También descubrí que me cuesta muchísimo pensar, sentir y actuar como Jesús cuando me falta sueño”.

El dormir es un acto de confianza: Cuando te vas a dormir, el mundo está en las manos de Dios, no en las tuyas. Todo marchará muy bien, ¡aun cuando no estés despierto para controlar las cosas! A la hora oportuna se te abrirán los ojos y recibirás el regalo de un nuevo día. David Dijo : “Yo me acosté y dormí, y desperté, porque el Señor me sustentaba” (Salmo 3:5).

¿Has intentado orar alguna vez cuando no has dormido bien? Es difícil. Antes de que Elías fuera capaz de pasar un tiempo prolongado en oración el ángel del Señor le obligó a tomar no una, sino dos largas siestas. Compara eso con los discípulos en Getsemaní que no pudieron orar porque se durmieron una y otra vez.

El sueño es un regalo de Dios. Escucha: “Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar… pues que a su amado dará Dios el sueño” (Salmo 127:2). ¡Quizá la cosa más espiritual que puedas hacer ahora mismo es dejar tu computadora a un lado y dormir la siesta!

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.

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