¡SIGUE CREYENDO A DIOS TÚ PADRE!
“Es,
pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
(hebreos 11:1)
¿Oras, y sin embargo parece que no ocurre nada? La
fe verdadera conoce las promesas de Dios y se mantiene en ellas, pase lo que
pase.
Escucha: “…todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia…” (Hebreos 5:13). ¿Conoces bien las Escrituras? ¿Has encontrado las promesas que tratan de tu situación particular? ¿Las estás reclamando? Cuando oras, ¿llegas a la conclusión que si no sientes algo, tus oraciones no funcionaban?
Escucha: “…todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia…” (Hebreos 5:13). ¿Conoces bien las Escrituras? ¿Has encontrado las promesas que tratan de tu situación particular? ¿Las estás reclamando? Cuando oras, ¿llegas a la conclusión que si no sientes algo, tus oraciones no funcionaban?
Si las circunstancias no cambian inmediatamente, ¿dices: “Supongo que Dios no me va a
contestar.”? Nunca digas palabras que contradigan a Dios. Satanás no puede leer tu mente, ¡pero puede
oír tus palabras!
Durante más de veinte años Abraham no dejó de
repetir la promesa de Dios. Ahora, si no tienes hijos y teniendo cien años
de edad, decir a la gente que vas a ser “el padre de naciones” provocaría la incredulidad de unos
cuantos. Las circunstancias se burlaban de él. La razón lo desafiaba.
Hasta su mujer se rió. Pero él creyó al Dios que “…llama las cosas que no son, como si fuesen” (Romanos 4:17). Eso
no es ser de ideas fijas o tener una teología desmenuzable. Es simplemente: ¡dudar de tus dudas y creer al Dios que no
puede mentir!
Cuando Jesús tocó al ciego y le preguntó si veía
algo, él respondió: “Veo los
hombres como árboles,…que andan” (Marcos 8:24). ¿Se desanimó el hombre?
¿Abandonó Jesús el intento, desanimado? No. Puso las manos de nuevo
sobre él, y esta vez fue completamente sanado.
Sigue volviendo a la fuente. Algunas respuestas
llegan rápidamente y otras lentamente. Tu postura fija ha de ser la
de seguir creyendo a Dios.
Recibe una Bendición y
un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano
“Cristo es la Puerta”
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