sábado, 6 de julio de 2013

El Hombre se Convirtió en Esclavo.

EL HOMBRE SE CONVIRTIÓ EN ESCLAVO.
          Conocemos la historia, el adversario engañó a Eva y a través de ella  vino la caída de Adán.
Ambos transgredieron las leyes del reino, ¿cómo podían continuar reinando en plenitud? Las leyes del reino dicen: “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?” (Rom.6:16).
          Y, “…cada cual es hecho esclavo de lo que lo ha vencido” (2P.2:19).
          El hombre obedeció al pecado por lo que se hizo esclavo del pecado. El veneno de la serpiente entró en él, por lo que ahora la naturaleza de la serpiente fluye en él (Rom. 7). ¡Hasta el cristiano tiene que ir cada día a Dios por su antídoto para no vivir conforme al veneno de la serpiente!
          Ningún esclavo puede reinar. Si el hombre fue hecho esclavo  del pecado no puede ser señor de la creación terrena. Un esclavo no tiene derechos legales y su amo posee todo lo que antes le pertenecía al esclavo. Es así que Satanás se apoderó del hombre y de todo lo que le había sido confiado, la tierra.
          En Lucas 4:5-6 vemos al diablo ofreciéndole al Hijo del Hombre la autoridad y la gloria de todos los reinos del mundo. Se jactó de que a él le habían sido entregados. ¿Quien le entregó al enemigo de Dios los reinos del mundo? Obviamente no fue Dios, pues Dios nunca ha sido vencido, fue el hombre quien se los entregó cuando él mismo se entregó al pecado. Ante Dios, el miserable tentador no es más que un ladrón, un asesino y un destructor (Jn.10:10). Nada de esto ha tomado por sorpresa a Dios, al contrario, todo esto está dentro de sus planes.
          Desde la perspectiva Divina no hay más Señor ni Dios que Él mismo (Is. 54:21); más desde la perspectiva humana el diablo es llamado “el príncipe de este mundo” (Jn. 14:30); “el dios de este siglo” (2 Cor. 4:4); y “el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Ef. 2:2). Por lo que la Escritura señala que “el mundo entero está bajo el maligno” (1 Jn. 5:19). Toda la humanidad sin Cristo está en esclavitud.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tu Amigo Dios Oye.

Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”

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