ENTONCES
VENDRÁ EL FIN.
Pero de aquel día o de aquella hora nadie sabe, ni
siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.
Estad alerta, velad; porque no sabéis cuándo es el tiempo
señalado.
Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!
El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos
entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que
nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.
Sed también vosotros pacientes; fortaleced vuestros
corazones, porque la venida del Señor está cerca.
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no
seáis juzgados; mirad, el Juez está a las puertas.
Sí,
vengo pronto.
Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de
esta manera, ¡Qué clase de personas no debéis ser vosotros en santa conducta y
en piedad!
Más el fin de todas las cosas se acerca; sed pues
prudentes y de espíritu sobrio para la oración.
Estad
siempre preparados y mantened las lámparas encendidas, y sed semejantes a
hombres que esperan a su señor que regresa de las bodas, para abrirle tan
pronto como llegue y llame.
I Co.
15:24 Mr.13:33, 37 II P.3:9 Stg.5:8, 9
Ap.22:20 II P 3:11 I P 4:7 Lc.12:35, 36
Recibe una Bendición y
un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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