TÚ ERES MI REFUGIO EN
TIEMPOS DE CALAMIDAD.
Muchos son los que dicen: ¿Quién puede
mostrarnos algún bien? ¡Haz, Señor, que sobre nosotros brille la luz de tu
rostro!
Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana
alabaré tu amor; porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de
angustia.
Cuando me sentí seguro, exclamé: Jamás seré
conmovido. A ti clamo, Señor soberano; a ti me vuelvo suplicante. ¿Qué ganas tú
con que yo muera, con que descienda yo al sepulcro? ¿Acaso el polvo te alabará
o proclamará tu verdad?
Oye, Señor; compadécete de mí. ¡Sé tú, Señor, mi ayuda!
Te abandoné por un instante, pero con profunda
compasión volveré a unirme contigo.
Por un momento, en un arrebato de enojo, escondí mi rostro de ti; pero con amor eterno te tendré compasión, dice el Señor, tu Redentor.
Su tristeza se convertirá en alegría.
Si por la noche hay llanto, por la mañana
habrá gritos de alegría.
Jer. 17:17 Sal.4:6;
59:16; 30:6, 8-10 Is.54:7, 8 Jn.16:20 Sal.30:5
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Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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