¿JUGAMOS
DOMINÓ?
¡Hipócritas! Saben examinar el aspecto de la
tierra y del cielo; entonces, ¿por qué no examinan este tiempo presente? Lucas
12:56
|
||
Porque se acerca el día del SEÑOR sobre todas las
naciones. Como tú has hecho, te será hecho; Tus acciones recaerán sobre tu
cabeza. Abdías 1:15
|
Si hay algo que al cubano en general le
gusta, eso es el juego. El cubano disfruta de cualquier juego, pero hay uno en
particular que no puede faltar, sobretodo en el verano, sea en una casa en la
playa, incluso en la arena y ese juego es el Dominó.
Se puede jugar solo o en parejas. Una
de las características es que mientras tengas la ficha que te ponen en la mesa,
no te puedes pasar, tienen que ponerla aunque esto sea en contra de tu pareja o
de ti mismo, porque es un juego de suerte y la suerte puede estar de tu lado o
en contra tuya.
Los hijos de Dios no creemos en la
suerte, sabemos que nuestro Padre está en el control de todas las cosas y que
siempre reserva lo mejor para sus hijos.
Nuestra suerte es Cristo y aun así no
fue cuestión del azar que el viniera a liberarnos del yugo del pecado, todo fue
un plan bien concebido, perfecto, sin cabos sueltos, un plan para que todos
pudiéramos entrar por la puerta que a través de Él se abre, la puerta a la
eternidad y la vida plena y abundante.
Nadie tiene buena o mala suerte, los
seres humanos tienen libre albedrío, por lo tanto, lo que tenemos son los
resultados de las buenas o malas decisiones y consecuencia de nuestra propia
necedad.
La decisión de ser salvos es nuestra,
Dios nos escogió desde el principio y no supimos valorar el regalo, se
sacrificó a si mismo después y no supimos apreciar el sacrificio. Aún hoy sigue
dándonos la oportunidad y retardando su venida y no nos damos cuenta de que
estamos en los tiempos del fin, pensamos que somos eternos en este andamiaje
donde vive nuestro espíritu y esto es porque Dios puso eternidad en nuestra
alma, esto no puede ser eliminado de nuestro disco duro pues está implícito
desde nuestra creación.
Esta es la razón por la que no notamos
como cada día más, nos queda un día menos y que la cuerda que mueve el reloj de
nuestro tiempo aquí tiene un límite, que solo sabe el artesano que nos creó.
En Eclesiastés 7.14, Dios nos dice:
“Cuando te vengan buenos tiempos, disfrútalos; pero cuando te lleguen los
malos, piensa que unos y otros son obra de Dios, y que el hombre nunca sabe con
qué habrá de encontrarse después”.
Hombre
creado a imagen y semejanza de Dios, busca a tu hacedor mientras los días sean
buenos, porque el tiempo de la cuenta regresiva se acerca y casi llegamos al
cero, cuando esto suceda, ya no habrá forma de retomar el rumbo, o encallas, o
llegas al puerto seguro frente al mar de cristal, donde Dios espera por ti.
Recibe una Bendición y
un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano
“Cristo es la Puerta”
No hay comentarios:
Publicar un comentario