ORANDO EN TODO TIEMPO-2
Extracto del libro
“El Ministerio de Oración de la Iglesia”
Por Watchman Nee
Publicado por:
Edgardo Tosoni
Devocionaldiario.org
Citemos las
palabras de un hermano que conocía al Señor profundamente: Cuando los hijos de
Israel comenzaron a planificar su éxodo de Egipto, la reacción de Faraón fue la
de duplicarles el trabajo. La meta de Faraón consistía en hacer que ellos
estuvieran mucho más ocupados con el trabajo, para que no tuvieran tiempo de
pensar en salir de Egipto. Cuando usted comienza a hacer planes o decide
practicar una vida de oración más abundante, Satanás comenzará una nueva
estratagema de hacer que usted esté más ocupado, intensificando más sus
trabajos, ocupando su tiempo con tales necesidades, para que usted no tenga
oportunidad de orar. Opino, hermanos queridos, que tenemos que traer este
problema de frente.
Naturalmente, cuando luchamos por tener algún tiempo
para orar, habrá argumentos con respecto a nuestra misión, a nuestro deber y a
nuestra responsabilidad. Algunas personas considerarán tal devoción a la
oración como un descuido de nuestra misión, un olvido de nuestro deber, un
menoscabo de nuestra responsabilidad. Si estamos confrontados con tal
situación, debemos presentar los problemas relacionados con nuestra misión,
nuestro deber y nuestra responsabilidad al Señor, y orar al respecto. (Esta
clase de oración puede que no sea aplicable a todo creyente, pues pudiera ser
mal entendida. Algunas personas preferirían mucho más abandonar su deber; no
tomar en serio su responsabilidad; están ansiosas de pasar sus
responsabilidades familiares a otras, diciendo que de ese modo tendrán tiempo
para orar. Que el Señor proteja estas palabras para que no sean mal
entendidas.)
Reconozcamos este punto: que el enemigo usará asuntos
tales como el deber, la misión y la responsabilidad, para crear sus mejores
argumentos a fin de que dejemos de orar. En caso de que entendamos que nuestra
vida de oración ha sido completamente destruida, o que hemos caído en una
posición restringida en que no tenemos la forma de vivir una vida espiritual,
ascendente y victoriosa, debemos decir al Señor: “Oh Señor, mientras estoy
orando, encomiendo mi responsabilidad a ti, y te pido que la protejas de
sufrir daño alguno. Te pido que me protejas este tiempo de oración y le
prohíbas a Satanás entrometerse, pues estoy utilizando este tiempo para buscar
tu gloría”. Aquí en el reino de la oración, también puede practicarse el
principio del diezmo. Después que usted haya ofrecido a Dios la parte que
legítimamente le corresponde, descubrirá que al haber ofrecido la décima parte
a Dios, puede utilizar más eficientemente las nueve décimas restantes, que
todas las diez partes de que disponía antes de diezmar el tiempo. Este
principio del diezmo era muy eficaz.
Aquí debemos llevar este tipo de guerra de oración.
Debemos ser fuertes y poderosos, parados firmemente sobre la verdad de que
estamos en Cristo, y orando por la victoria de la cruz. Debemos utilizar la victoria
completa de Cristo en la cruz y esforzarnos por orar, echando al enemigo de
nuestra posición de oración para poder mantenerla. Esto se compara con lo que
hizo Sama, un poderoso hombre de David, quien se paró firme en medio de un
pequeño terreno llena de lentejas, y lo defendió y mató a los filisteos. El
Señor dio una gran victoria por medio de él (2 Samuel 23:11-12). Este pequeño
terreno lleno de lentejas puede representar nuestra posición de oración que
necesita ser defendida de la intrusión enemiga con la victoria del Calvario.
Esta es la clase de guerra que hay que librar para poder orar, la guerra por la
oración. Estoy muy preocupado porque frecuentemente aceptamos arreglos circunstanciales
como argumentos para pensar que la oración actualmente es imposible. Puesto que
las cosas han llegado a tal punto y han evolucionado tanto, consideramos que
ahora es útil hablar de oración. Así damos lugar al diablo, y estas cosas nos
restringen la oración. Notemos que esta es una estratagema del diablo. En el
nombre del Señor y por su victoria en la cruz, tenemos que barrer todos estos
obstáculos de la oración. La cruz es muy eficaz para conseguirnos el tiempo
para la oración, así como siempre es efectiva en otros aspectos. Dios quiera
que sepamos cómo ejercer su poder victorioso.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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