viernes, 20 de junio de 2014

ORANDO EN TODO TIEMPO-2

ORANDO EN TODO TIEMPO-2
Extracto del libro “El Ministerio de Oración de la Iglesia”
Por Watchman Nee
Publicado por: Edgardo Tosoni
Devocionaldiario.org

 Citemos las palabras de un hermano que conocía al Señor profundamente: Cuando los hijos de Israel comenzaron a planificar su éxodo de Egipto, la reacción de Faraón fue la de duplicarles el trabajo. La meta de Faraón consistía en hacer que ellos estuvieran mucho más ocupados con el trabajo, para que no tuvieran tiempo de pensar en salir de Egipto. Cuando usted comienza a hacer planes o decide practicar una vida de oración más abundante, Satanás comenzará una nueva estratagema de hacer que usted esté más ocupado, intensificando más sus trabajos, ocupando su tiempo con tales necesidades, para que usted no tenga oportunidad de orar. Opino, hermanos queridos, que tenemos que traer este problema de frente.
Naturalmente, cuando luchamos por tener algún tiempo para orar, habrá argumentos con respecto a nuestra misión, a nuestro deber y a nuestra responsabilidad. Algunas personas considerarán tal devoción a la oración como un descuido de nuestra misión, un olvido de nuestro deber, un menoscabo de nuestra responsabilidad. Si estamos confrontados con tal situación, debemos presentar los problemas relacionados con nuestra misión, nuestro deber y nuestra responsabilidad al Señor, y orar al respecto. (Esta clase de oración puede que no sea aplicable a todo creyente, pues pudiera ser mal entendida. Algunas personas preferirían mucho más abandonar su deber; no tomar en serio su responsabilidad; están ansiosas de pasar sus responsabilidades familiares a otras, diciendo que de ese modo tendrán tiempo para orar. Que el Señor proteja estas palabras para que no sean mal entendidas.)
Reconozcamos este punto: que el enemigo usará asun­tos tales como el deber, la misión y la responsabilidad, para crear sus mejores argumentos a fin de que dejemos de orar. En caso de que entendamos que nuestra vida de oración ha sido completamente destruida, o que hemos caído en una posición restringida en que no tenemos la forma de vivir una vida espiritual, ascendente y victoriosa, debemos decir al Señor: “Oh Señor, mientras estoy orando, encomiendo mi responsabili­dad a ti, y te pido que la protejas de sufrir daño alguno. Te pido que me protejas este tiempo de oración y le prohíbas a Satanás entrometerse, pues estoy utilizando este tiempo para buscar tu gloría”. Aquí en el reino de la oración, también puede practicarse el principio del diezmo. Después que usted haya ofrecido a Dios la parte que legítimamente le corresponde, descubrirá que al haber ofrecido la décima parte a Dios, puede utilizar más eficientemente las nueve décimas restantes, que todas las diez partes de que disponía antes de diezmar el tiempo. Este principio del diezmo era muy eficaz.
Aquí debemos llevar este tipo de guerra de oración. Debemos ser fuertes y poderosos, parados firmemente sobre la verdad de que estamos en Cristo, y orando por la victoria de la cruz. Debemos utilizar la victoria completa de Cristo en la cruz y esforzarnos por orar, echando al enemigo de nuestra posición de oración para poder mantenerla. Esto se compara con lo que hizo Sama, un poderoso hombre de David, quien se paró firme en medio de un pequeño terreno llena de lentejas, y lo defendió y mató a los filisteos. El Señor dio una gran victoria por medio de él (2 Samuel 23:11-12). Es­te pequeño terreno lleno de lentejas puede representar nuestra posición de oración que necesita ser defendida de la intrusión enemiga con la victoria del Calvario. Esta es la clase de guerra que hay que librar para poder orar, la guerra por la oración. Estoy muy preocupado porque frecuentemente aceptamos arreglos circunstanciales como argumentos para pensar que la oración actualmente es imposible. Puesto que las cosas han llegado a tal punto y han evolucionado tanto, consideramos que ahora es útil hablar de oración. Así damos lugar al diablo, y estas cosas nos restringen la oración. Notemos que esta es una estratagema del diablo. En el nombre del Señor y por su victoria en la cruz, tenemos que barrer todos estos obstáculos de la oración. La cruz es muy eficaz para conseguirnos el tiempo para la oración, así como siempre es efectiva en otros aspectos. Dios quiera que sepamos cómo ejercer su poder victorioso.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


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