VELEMOS Y OREMOS-1
Extracto del libro
“El Ministerio de Oración de la Iglesia”
Por Watchman Nee
Publicado por:
Edgardo Tosoni
Devocionaldiario.org
Nunca permitamos que Satanás interrumpa nuestras oraciones
con su artificio. Frecuentemente Satanás nos acusa cuando hemos sufrido una
pequeña derrota. Hará que nos analicemos mientras estemos orando, de tal modo
que nos parezca difícil abrir la boca delante de Dios. Satanás nos desanimará
de tal manera, cuando la promesa de Dios nos parezca remotamente vaga, que perdamos
el ánimo de seguir confiando en Dios. Sin embargo, si nuestra oración está en
conformidad con la voluntad de Dios, debemos perseverar en la oración. Aunque
hayamos fracasado en algo, podemos aún acudir a Dios a través de la sangre del
Cordero. No hay razón para permitir que Satanás interfiera. Debemos ser como la
viuda que acudió al juez injusto tan frecuentemente, que él hizo justicia
(Lucas 18: 5). Debemos ser como la sunamita que se negó a marcharse hasta que
Elíseo se levantó y la siguió (2 Reyes 4: 30). Creemos que cualquier demora en
la respuesta a la oración nos capacita para comprender algo que nunca habíamos
comprendido, y para aprender algo que nunca habíamos aprendido. En cualquier
caso no permitiremos que Satanás corte nuestra oración y la destruya.
Satanás no se siente complacido cuando algunos de nosotros
nos reunimos para orar. Él colocará en nuestro sendero toda clase de lazos y
hará toda clase de movimientos para detener la oración. Cosas tales como rumores
sin base, relatos irreales, sospechas sin causa, una creciente incomprensión,
extraños temores y el terror infundado, son elementos estimulados secretamente
por Satanás para crear división, conmover el culto de oración y destruir la
unidad en la oración. En vista de tales intentos satánicos, tenemos que “examinarlo
todo” (1 Tesalonicenses 5:21). No creamos rápidamente las cosas, ni seamos
movidos fácilmente, ni difundamos inmediatamente ningún informe.
Si velamos, descubriremos que muchas de estas
innecesarias e inexactas palabras y obras no son sino artificios de Satanás,
cuya meta es debilitar el corazón y la mano del pueblo de Dios, hasta el punto
en que pueda producir división. Por tanto, tenemos que orar por un lado, y
velar por el otro. Sigamos el ejemplo de Nehemías, quien puso guardas (Nehemías
4:9). Nuestra respuesta a la amenaza de Satanás es la siguiente: “No hay tal
cosa como dices, sino que de tu corazón tú lo inventas (…) ¿Un hombre como yo
ha de huir? ¿Y quién, que fuere como yo, entraría al templo para salvarse la
vida? No entraré” (Nehemías 6: 8, 11). No nos dejaremos aterrorizar, ni
dejaremos de orar. Un hermano dijo una vez: “Cómo necesitamos colocar guardas
que vigilen contra las asechanzas de Satanás, cuyos sistemas de destruir la
vida del pueblo de Dios como corporación, exceden a nuestra capacidad de contar
o enumerar.” En vista de todo esto, tenemos que velar con toda perseverancia e
inspeccionar cuidadosamente todas las cosas, a fin de no dar a Satanás la
oportunidad de dividirnos, de destruir nuestra unidad en la oración, o de
cortar nuestra oración.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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