viernes, 20 de junio de 2014

VELEMOS Y OREMOS-1

VELEMOS Y OREMOS-1
Extracto del libro “El Ministerio de Oración de la Iglesia”
Por Watchman Nee
Publicado por: Edgardo Tosoni
Devocionaldiario.org

Nunca permitamos que Satanás in­terrumpa nuestras oraciones con su artificio. Frecuentemente Satanás nos acusa cuando hemos sufrido una pequeña derrota. Hará que nos analicemos mientras estemos orando, de tal modo que nos parezca difícil abrir la boca delante de Dios. Satanás nos desanimará de tal manera, cuando la promesa de Dios nos parezca remotamente vaga, que perdamos el ánimo de seguir confiando en Dios. Sin embargo, si nuestra oración está en conformidad con la voluntad de Dios, debemos perseverar en la oración. Aunque hayamos fracasado en algo, podemos aún acudir a Dios a través de la sangre del Cordero. No hay razón para permitir que Satanás interfiera. Debemos ser como la viuda que acudió al juez injusto tan frecuentemente, que él hizo justicia (Lucas 18: 5). Debemos ser como la sunamita que se negó a marcharse hasta que Elíseo se levantó y la siguió (2 Reyes 4: 30). Creemos que cualquier demora en la respuesta a la ora­ción nos capacita para comprender algo que nunca habíamos comprendido, y para aprender algo que nunca había­mos aprendido. En cualquier caso no permitiremos que Satanás corte nuestra oración y la destruya.
Satanás no se siente complacido cuando algunos de nosotros nos reunimos para orar. Él colocará en nuestro sendero toda clase de lazos y hará toda clase de movimientos para detener la oración. Cosas tales como rumores sin base, relatos irreales, sospechas sin causa, una creciente incomprensión, extraños temores y el terror in­fundado, son elementos estimulados secretamente por Satanás para crear división, conmover el culto de oración y destruir la unidad en la oración. En vista de tales intentos satánicos, tenemos que “examinarlo todo” (1 Tesalonicenses 5:21). No creamos rápidamente las cosas, ni seamos movidos fácilmente, ni difundamos inmediatamente ningún informe.
Si velamos, descubriremos que muchas de estas innecesarias e inexactas palabras y obras no son sino artificios de Satanás, cuya meta es debilitar el corazón y la mano del pueblo de Dios, hasta el punto en que pueda producir división. Por tanto, tenemos que orar por un lado, y velar por el otro. Sigamos el ejemplo de Nehemías, quien puso guardas (Nehemías 4:9). Nuestra respuesta a la amenaza de Satanás es la siguiente: “No hay tal cosa como dices, sino que de tu cora­zón tú lo inventas (…) ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuere como yo, entraría al templo para salvarse la vida? No entraré” (Nehemías 6: 8, 11). No nos dejaremos aterrorizar, ni dejaremos de orar. Un hermano dijo una vez: “Cómo necesitamos colocar guardas que vigilen contra las asechanzas de Satanás, cuyos sistemas de destruir la vida del pueblo de Dios como corporación, exceden a nuestra capacidad de contar o enumerar.” En vista de todo esto, tenemos que velar con toda perseverancia e inspeccionar cuidadosamente todas las cosas, a fin de no dar a Satanás la oportunidad de dividirnos, de destruir nuestra unidad en la oración, o de cortar nuestra oración.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.

Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”

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