EL VALOR DE UN CUMPLIDO
Extracto del libro
“Familias Con Futuro”
Por José Luis y
Silvia Cinalli
Publicado por:
Edgardo Tosoni
Devocionaldiario.org
Cierta vez, una maestra pidió a sus alumnos que
pusieran los nombres de sus compañeros de clase en una hoja de papel, dejando
el espacio de un renglón entre nombre y nombre. Después, les pidió que pensaran
en la cosa más linda que pudieran decir de cada uno de ellos y que lo
escribieran debajo de su nombre.
Toda esa clase fue utilizada para realizar la
tarea encomendada. A medida que los alumnos dejaban el aula, entregaban a la
maestra la hoja de papel. Durante el fin de semana, ella escribió el nombre de
cada uno de sus alumnos en hojas separadas y copió en ellas todas las cosas
lindas que cada uno de sus compañeros había escrito acerca de él.
El lunes, ella entregó a cada alumno su lista.
Inmediatamente toda la clase estaba sonriendo.
- ¿Es verdad lo que están diciendo de mí? – fue el
susurro de uno de los alumnos.
- Nunca supe que podía significar algo para alguien –
comentó otro de la clase.
Nadie volvió a mencionar aquella actividad en clase. La
maestra nunca supo la relevancia de dicho trabajo. Sin embargo, el ejercicio
había cumplido su propósito; los alumnos estaban felices consigo mismos y con
sus compañeros. Aquel grupo de alumnos siguió adelante y progresó. Varios años
más tarde, uno de los estudiantes murió en la guerra y la maestra asistió a su
funeral. Ella jamás imaginó ver a uno de sus alumnos como soldado en su ataúd
militar. La iglesia estaba llena de familiares y personas conocidas que pasaban
silenciosamente para despedirse de aquel valiente. La maestra fue la última en
acercarse. Mientras estaba allí, uno de los soldados que actuaba como guardia
de honor, se acercó y le preguntó:
- ¿Era usted la profesora de Matemática de Marcos?
- Sí – respondió ella.
- Marcos hablaba mucho acerca de usted – dijo aquel
soldado.
Después del funeral, la mayoría de los ex compañeros
fueron juntos a tomar un café. Allí estaban también los padres de Marcos,
obviamente deseando hablar con su profesora.
- Queríamos mostrarle algo – dijo el padre, sacando del
bolsillo una billetera. Lo encontraron en la ropa de Marcos. Pensamos que tal
vez usted lo reconocería.
Abriendo la billetera, sacó cuidadosamente dos pedazos
de papel gastados que él había arreglado con cinta y que se veía que había sido
abierto y cerrado muchas veces. La maestra se dio cuenta, aún sin mirar mucho,
de que era la hoja en la que ella había registrado todas las cosas lindas que
los compañeros de Marcos habían escrito acerca de él.
-Gracias por ese gesto de grandeza que sembró en sus
alumnos – dijo el padre. Como usted ve, Marcos lo guardaba como un tesoro.
Todos los ex compañeros comenzaron a juntarse
alrededor. Carlos sonrió y dijo tímidamente:
- Yo todavía tengo mi lista. La tengo en el armario de
mi escritorio.
La esposa de Felipe dijo: – Felipe me pidió que pusiera
la suya en el álbum de casamiento.
- Yo tengo la mía también – dijo Marilyn. Está guardada
celosamente en mi diario íntimo.
Entonces Victoria, otra de las compañeras, metió la
mano en su cartera, sacó una billetera y mostró al grupo su gastada y arrugada
lista. – Yo la llevo conmigo todo el tiempo – y rápidamente agregó: Yo creo que
todos hemos conservado nuestras listas.
Fue entonces cuando la maestra se sentó y lloró. Lloró
por Marcos y por todos sus ex alumnos que fueron maravillosamente ayudados por
las palabras amables de los otros.
PARA PENSAR Y PRACTICAR
“Las palabras son como las monedas, que una vale por
muchas como muchas no valen por una” (Francisco de Quevedo y Villegas).
“La discreción en las palabras vale más que la
elocuencia” (Francis Bacon).
“Las palabras bondadosas pueden ser breves y fáciles de
decir, pero sus resonancias son verdaderamente infinitas” (Madre Teresa).
Esopo hizo famosa una frase que entraña una gran
verdad: “La excesiva familiaridad genera desprecio”, dando a entender que la
mayoría de nosotros tiende a perder de vista lo maravilloso que existe en las
personas más cercanas debido a la costumbre.
Usted, en este día, puede pertenecer a los sabios que
valoran los tesoros de Dios en las vidas de aquellos que componen su familia.
Usted puede, con sus palabras positivas, mejorar el futuro de todos ellos. Tome
ánimo, no espere más tiempo para decirles cuánto los quiere y cómo anhela lo
mejor para cada uno de ellos. Dígaselo, antes que sea demasiado tarde.
Lectura bíblica: “Jehová el Señor me dio lengua de
sabios para saber hablar palabras al cansado” (Isaías 50:4).
“Porque mi boca hablará verdad… justas son todas las
razones de mi boca; no hay en ellas cosas perversas ni torcidas” (Proverbios
8:7-8).
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Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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