viernes, 10 de abril de 2015

EL REY CAMBIA DE PALACIO.

EL REY CAMBIA DE PALACIO.
Fuente: Palabra Viva

  Si continuamos el relato bíblico veremos que en Mat. 23:37-24:2 Jesús llora por Jerusalén y llama al templo “vuestra casa” y ya no “mi casa”. Por eso empieza el capítulo 24 diciendo: “Jesús salió del templo y se iba.” Esto es simbólico, espiritual y reiterativo. El reino estaba siendo quitado a los israelitas según la carne, pues el Rey les estaba dejando.

               Luego los discípulos intentaron mostrarle los edificios del templo como algo majestuoso. Toda la religiosidad judía giraba en torno al templo y su apariencia  maravillosa. Los sacerdotes y demás líderes espirituales parecían elementos del reino de Dios; sin embargo, el Señor les respondió: “¿Veis todos estos, De cierto os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada?” (vr.2).

               ¿Se refería Jesús al templo físico? Es claro que no, pues aún hoy se conserva parte de un muro del templo llamado “el muro de los lamentos”. El Rey hablaba espiritualmente: ¿Veis toda esta religiosidad? Ninguno de sus ministros es parte de mi reino” Ninguna “piedra” dejaría. El pueblo de Israel según la carne rechazó a Cristo como la piedra fundamental. Era una roca que no correspondía a la clase de edificación que ellos, como edificadores, estaban construyendo. ¡Estaban edificando otro reino diferente al reino de Dios!

               Pedro dice que los creyentes somos “piedras vivas” de la Casa de Dios, su nuevo templo en donde Cristo sí es el fundamento: “Acercándoos a Él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en Él  no será avergonzado. Para vosotros, pues,  los que creéis, Él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; y: piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó  de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero que ahora habéis alcanzado misericordia” (1P. 

2:4-10).
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.

Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”

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