"TRAED TODOS LOS DIEZMOS AL ALFOLÍ Y HAYA ALIMENTO EN MI CASA;
Y PROBADME AHORA EN ESTO, DICE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS, SI NOS OS ABRIRÉ LAS
VENTANAS DE LOS CIELOS, Y DERRAMARÉ SOBRE VOSOTROS BENDICIÓN HASTA QUE
SOBREABUNDE."
Malaquías
3: 10
Fuente:
Charles H. Spurgeon
La
Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.
Muchos
leen y argumentan esta promesa sin advertir la condición que está vinculada a
la promesa de esta bendición.
No podemos esperar que el cielo sea abierto o
que la bendición sea derramada a menos que paguemos nuestros tributos al Señor
nuestro Dios y a Su causa.
No
habría escasez de fondos para propósitos santos si todos los cristianos
profesantes ofrendaran su justa porción.
Muchos
son pobres porque roban a Dios.
Muchas iglesias, también, se pierden de las
visitaciones del Espíritu debido a que hambrean a sus ministros.
Si
no hay alimento temporal para los siervos de Dios, no hemos de sorprendernos si
su ministerio contiene poco alimento para nuestras almas.
Cuando las misiones necesitan perentoriamente
los medios y la obra del Señor es obstruida por una tesorería vacía, ¿cómo
podríamos esperar una gran prosperidad de las almas?
¡Vamos,
vamos! ¿Qué he ofrendado últimamente? ¿He sido mezquino con mi Dios? ¿Le he
escatimado a mi Salvador?
Esto no servirá. He de dar a mi Señor Jesús Su
diezmo ayudando a los pobres, y colaborando en Su obra, y entonces comprobaré
Su poder para bendecirme en gran escala.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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