ACTITUDES QUE PUEDEN LLEVARTE AL DIVORCIO
Fuente:
Norma Peraza
Este
artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Cuando se da el gran paso del
matrimonio, la mayoría está con la ilusión de vivir una historia de amor,
cumplir la promesa “para toda la vida”. Sin embargo, con el tiempo todo cambia,
algunos para bien, pero muchos para mal, y esto derivado de actitudes que en
lugar de ayudar a fortalecer la relación matrimonial, la desgastan.
Aquí unas
actitudes que pueden llevar al fracaso, siempre y cuando no se haga nada para
mejorar.
1)
EGOÍSMO
Es
muy triste, pero real, el hecho de que al casarse muchos cambian la mentalidad
de siervos por egoísta. En el noviazgo las parejas buscan agradarse uno al
otro. Su prioridad es hacer sentir bien a la pareja; pero después del “sí
acepto” algo sucede que empiezan hacerse flojos en el amor, y en lugar de decir
¿Qué voy hacer por él o ella? cambia a ¿qué va hacer él o ella por mí? Primero
que me sirvan. Lo contrario a esto es una actitud de servicio en la vida
cotidiana para que la relación perdure en amor.
2)
MANIPULACIÓN
Una
actitud manipuladora busca persuadir o exigir al cónyuge no tanto por avanzar
juntos, si no para sacar provecho a sus propios intereses, sin importar
sacrificar los deseos del otro. No permitirle que haga esto o aquello,
simplemente porque le incomoda o no va acorde a las ganas del otro, se priva
constantemente a una persona de hacer lo que le gusta, lo cual tarde o temprano
puede provocar un desgaste emocional que lo llevará al desinterés por su
pareja. Mejor es motivarlo hacer lo que le gusta y que lo haga bien para su
crecimiento personal.
3)
DESINTERÉS
La
falta de atención es una de las principales causas por las que un matrimonio va
perdiendo interés. Sea porque dejan que las dificultades los agobien, los
sentimientos de enfado se acumulen, entran en una monotonía u otros factores
que hacen dejar los detalles que enamoran día a día. Se pierde un sencillo pero
emotivo buen día con un gran beso o un fuerte abrazo. Contrarrestar esa
actitud, es estar al pendiente de las necesidades físicas y emocionales de la
pareja, el volver a tomarse de las manos, mirarse a los ojos y hacerse saber
que están ahí para cuando lo necesitan, en las buenas y las malas. Disfrutar de
una cita juntos, sin hijos, solos, por lo menos una vez a la semanal para ir a
un lugar que ambos disfruten mucho.
4)
SOBERBIA
Esto
sucede cuando uno de los cónyuges siente muy seguro al otro, porque lo ve por
encima del hombro, dado que tiene un sentimiento de gran valoración ya sea por
su físico, poder económico, inteligencia, u otras características que le dan
satisfacción de orgullo propio, y de manera errónea considera a su pareja
inferior y sin él o ella no haría gran cosa. Incluso, rara vez admite errores y
no acepta argumentos. No se esfuerza por su pareja. Considera que con el simple
hecho de estar a su lado es más que suficiente. El problema con esta actitud es
que tarde o temprano pierden relaciones, no solo familiares, si no de trabajo y
de amistad. Todo lo contrario a esto es la humildad.
5)
IRRESPETUOSA
La
falta de respeto lleva a no frenar las palabras, pensamientos y acciones llenos
de ira, amargura y frustración con el cónyuge. De ahí el maltrato verbal,
físico y/o psicológico; también el sarcasmo y la critica. Lamentablemente
cuando se transgrede esta línea del respeto, se pierde la base fundamental más
importante de una relación y familia. Cuando no existe respeto, se pierde
autoestima, deseo hacia la pareja, y la esencia del matrimonio que es el amor.
Hay que valorar a la pareja, jamás hacerlo sentir menos; en caso de un
desacuerdo, se debe comunicar en tiempo y forma prudente sin ofender.
Si
te identificaste con alguna de estas actitudes que afectan a una relación
matrimonial, recuerda que nunca es tarde para cambiar. Dios da la oportunidad
de empezar de nuevo y reescribir el resto de tu historia, porque el matrimonio
no se hizo para sobrellevar en sacrificio, sino para disfrutar en servicio,
amor y respeto.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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