"PERO A LOS JUSTOS LES SERÁ DADO LO QUE DESEAN."
Proverbios
10: 24.
Fuente:
Charles H. Spurgeon
La
Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.
Puesto
que es un deseo justo, Dios está dispuesto a concederlo.
No
sería bueno ni para el propio individuo involucrado ni para la sociedad en
general, que una promesa así fuera ofrecida a los injustos.
Si
guardamos los mandamientos del Señor, Él tendrá apropiadamente un respeto para
nuestros deseos.
Si
los justos se vieran reducidos a tener deseos injustos, no les serían
concedidos.
Pero
entonces, estos no serían sus deseos reales; serían sus descarríos o sus
desatinos; y está bien que sean rechazados.
Sus agraciados deseos llegarán delante del
Señor, y no les dirá que no.
¿Nos
está denegando el Señor nuestras peticiones durante algún tiempo?
Que
la promesa correspondiente al día de hoy nos aliente a pedir de nuevo.
¿Nos
ha negado completamente nuestras peticiones?
Aun
así le daremos gracias, pues nuestro deseo siempre ha sido que nos niegue lo
que pedimos, si Él juzgase que lo mejor para nosotros fuese un rechazo.
En
cuanto a ciertas cosas, pidamos con audacia.
Nuestros deseos primordiales han de ser los
relativos a la santidad, la utilidad, la semejanza a Cristo, nuestra
preparación para el cielo.
Estos son los deseos de la gracia más bien que
de la naturaleza: son los deseos del hombre justo más bien que del hombre
natural.
Dios
no nos escatimará estas cosas, sino que nos dará en abundancia.
"Deléitate
asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón." ¡Este
día, alma mía, pide liberalmente!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
No hay comentarios:
Publicar un comentario