DIOS NUNCA LLEGA TEMPRANO
Fuente:
Renuevo de Plenitud.com
¿Alguna
vez te has sentido como si tus oraciones rebotaran en el techo? ¿Te sientes
frustrado porque parece que Dios estuviese distante o no le importa lo que te
pasa? ¿Estás cansado de esperar y suplicar? Todos en alguna ocasión u otra
hemos sentido a Dios lejos. Sin embargo, su proximidad a nosotros no depende de
si lo sentimos o no. Como puedes ver, comprender el sentido de Dios durante
esos momentos difíciles es vital para nuestra vida espiritual.
El
problema de nosotros no es que Dios esté distante. Si en realidad fuésemos
honestos, en ocasiones la manera en que Dios hace las cosas puede llevarnos
sentirlo lejos porque no lo entendemos y porque tendemos a querer lo queremos
ya. Pero Dios nos da lo que necesitamos cuando lo necesitamos. Ahora bien, hay
una enorme diferencia entre querer lo que queremos cuando lo queremos y
necesitar lo que necesitamos cuando lo necesitamos. La diferencia entre esas
dos es la espera.
La
realidad de las cosas es que Dios no tiene prisa. Él literalmente tiene todo el
tiempo del mundo. Como puedes ver, Dios es eterno y por consiguiente no tiene
conciencia del tiempo. Si analizas la vida de Jesús te darás cuenta que nunca
anda apresurado. De hecho, pareciera que se demoraba a propósito cuando otros
sentían que se les terminaba el tiempo.
Lo
que sucede es que pensamos que si Dios no actúa cuando nosotros se lo pedimos
perderemos la oportunidad o los recursos para que se nos facilite la vida. Nos
gusta estar preparados. Pero como Dios tiene todo el tiempo y los recursos
siempre llega justo a tiempo, ni un minuto tarde ni un minuto temprano.
¿Sabes
qué pasaría si Dios llegase temprano? No lo apreciaríamos. No viviríamos por fe; viviríamos por suposición y
presunción y nunca reconoceríamos nuestra necesidad de un Dios que siempre
llega justo a tiempo.
De
manera que la próxima vez que tengas que esperar recuerda tres cosas:
1)
Esperar renueva nuestras fuerzas
2)
Esperar refine nuestro carácter
3)
Esperar reenfoca nuestro propósito
Así
que mientras esperes no tengas miedo. No te preocupes. No te desanimes. No te
desesperes. Dios es paciente con nosotros y a veces se demora por nuestro
propio bien.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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