CUANDO LA INFIDELIDAD
TOCA EL CORAZÓN DE UNA MUJER
Norma Peraza
Este
artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Se dice que el hombre engaña más, pero la mujer engaña
mejor. Aunque ni uno ni otro caso es para enorgullecerse, lo comenté porque hay
muchas historias de mujeres embarcadas en relaciones extramaritales guardadas
sólo en su pensamiento y que pocas se atreven a externarlo. Aunque se
piensa que en estos tiempos es cada vez más común, lo cierto es que la
infidelidad femenina es una práctica que se ha dado a lo largo de la historia a
manera más discreta. Incluso en el Antiguo Testamento, Dios le ordenó a Moisés
que le dijera a los Israelitas: “Supongamos que una mujer se
desvía del buen camino y le es infiel a su esposo; supongamos que el asunto se
mantiene oculto, ya que ella se mancilló en secreto, y no hubo testigos ni fue
sorprendida en el acto”. (Números 5:12-13) Esto es porque
desde siempre Dios conoce el andar de la mujer, y el proceso por el que
atraviesa cuando se envuelve en una situación así.
Pero ni la vergüenza y castigos severos que podría
sufrir la mujer a consecuencia de su infidelidad, inhibió para que siguieran
viviendo un romance fuera de matrimonio. ¿Por qué?, porque cuando se trata
de un estado emocional por atracción hacia otra persona con quien se está
compartiendo sentimientos y pensamientos más íntimos, esa química que produce
placer y la sensación de felicidad máxima, es lo suficientemente adictivo como
para dejar pasar la oportunidad aunque se paguen las consecuencias.
Mujer, tal vez estás siendo atraída por otro que no es
tu esposo; o bien, ya estás en un estado de enamoramiento y te cuestionas por
qué no lo conociste antes; o incluso ya llegaste más allá y quisieras estar en
otro nivel de rehacer tu vida. Te invito a que reflexiones sobre las siguientes
realidades:
1) ES
PASAJERO
¿Sabías que el enamoramiento tiende a durar entre tres y
18 meses? Dependiendo de las circunstancias en las que se desarrollar la
relación; en el caso de lo extramarital tiende a prolongarse el tiempo, dado
que el poco tiempo que puedan coincidir lo aprovechan para dar lo mejor de sí
concentrándose más en las virtudes de la otra persona más que en sus defectos,
lo cual provoca la sensación de que se tiene una conexión única y produce tal
placer que hasta la química del cuerpo cambia al generar unas sustancias
llamadas endorfinas, conocidas también como hormonas de la felicidad.
La realidad de las cosas es que las personas que se
casan convencidas de amar a su cónyuge por siempre pasaron también por esa etapa
de enamoramiento, si es tu caso, entonces recordarás al inicio de tu relación
con tu esposo esa etapa de enamoramiento, pasando a la siguiente fase del amor
maduro. Aun cuando pasa la magia o el encantamiento de estar enamorado se
decide amar al esposo reconociendo lo bueno y lo malo de la relación. Pero algo
sucedió que después de la boda, al pasar de los meses, de los años dejaron de
dar lo mejor de sí hacia la otra persona atrayendo como consecuencia carencias
en la relación y por eso ahora ya no son mínimos los defectos, ahora
pareciera que se extra dimensionan, facilitando así la entrada de otro hombre
en tu vida, y con ello la nueva magia del enamoramiento haciéndolo parecer como
la pareja perfecta con la que quisieras compartir el resto de tus días, todo
para que al final te des cuenta que una vez conviviendo con esta persona
también llegaría la rutina, las diferencias y desgaste
emocional. ¿Entonces qué harías? ¿Dar entrada a una persona nueva, o
echarle todas las ganas para que esta vez sí funcione? Si es así, entonces por
qué no mejor hacerlo con tu relación original.
2) Es
posible
Es sabido que el amor es una decisión, y se puede tomar
la decisión de dejar estar enamorada de otro, para amar de nuevo a tu
esposo, difícil pero no imposible. Empezando porque tienes a Dios de tu lado y
lo que él más quiere es la restauración y plenitud de tu matrimonio. Para
ello, debes estar consciente de que primero vas actuar para después sentir; no
al revés porque si esperas sentir o que te nazca del corazón hacer las cosas
jamás vas activarte. Así que de manera objetiva, lo primero es poner distancia
con la otra persona, aunque lo extrañes, eso con el tiempo desaparecerá. Si
realmente te desconectas, cero llamadas, mensajes, nada absolutamente nada, te
será más rápido el proceso, porque estarás dejando de cultivar el amor que
sientes por él.
Mejor es empezar a sembrar con la persona que decidiste
hace varios años compartir tu vida y que Dios hasta te bendijo con
hijos. Como el amor nace de la convivencia, de dar, compartir y por ende
después recibir, entonces salgan juntos y si él no te busca pues toma tú
la iniciativa. Recuerda el amor es una decisión, decide amar y reconquistar a
tu esposo. Al final de todo esto, habrás ganado tener una relación plena con el
padre de tus hijos, habrás dejado de sufrir por otra persona, no pondrás más en
riesgo tu imagen de mujer ante tus hijos y lo más importante es que
tendrás esa reconciliación con Dios, teniendo paz, porque no hay nada como
dormir relajada con la conciencia tranquila, sin la ansiedad de las mentiras y
consecuencias de éstas.
Dios dice: “Les daré salud y los curaré;
los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad. Cambiaré la
suerte de Judá y de Israel, y los reconstruiré como al principio. Los purificaré
de todas las iniquidades que cometieron contra mí; les perdonaré todos los
pecados con que se rebelaron contra mí. Jerusalén será motivo de gozo, y de
alabanza y de Gloria a la vista de todas las naciones”. (Jeremías 33:6-9)
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