EL
VALOR DE LA FAMILIA EN UN MUNDO EN RUINAS
Fuente: Faustino de Jesús Zamora Vargas
Congregación León de Judá
Y tenemos además un gran
sacerdote al frente de la familia de Dios. Hebreos
10:21
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Yo lo he escogido para que
mande (instruya) a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino
del SEÑOR, haciendo justicia y juicio, para que el SEÑOR cumpla en Abraham
todo lo que Él ha dicho acerca de él. Génesis
18:19
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La familia es donde
Dios se expresa para bendición de todas las naciones y pueblos. La promesa es
para la familia; para el padre, la madre, los hijos. Es el centro y núcleo de
la sociedad, lo que la mueve y hace progresar o caer y derrumbarse. Cuando la familia
anda bien, Dios está de gozo. Si Ud. no se ha dado cuenta de lo importante que
es la familia para Dios, le invito a que relea Génesis con los ojos del
corazón. Allí vemos el plan perfecto de Dios al crear la familia, sus promesas
de bendición condicionada a la obediencia. Satanás conocía del valor de la
familia y contra ella dirigió su ataque mortal.
La serpiente astuta
engañó a la familia y el escenario del mundo abrió sus cortinas al pecado y la
maldad comenzó a desatarse en el corazón del hombre. El hombre comenzó a
ensayar su modo –tristemente célebre - de esconderse de su desnudez
entretejiendo hojitas de higuera para tapar su culpa. (Gn 3.7). Y Dios, que se
paseaba por el jardín del Edén, llamó ¡AL HOMBRE! y le dijo ¿Dónde estás? (Gn
3.9).
Pobre Adán, sobre sus
hombros casi pesa la disfunción de toda la humanidad y la triste realidad que
han arrastrado a las familias sin Dios que todavía reniegan de Cristo y
continúan confiando en sus propios recursos para vivir. Muchas veces he tratado
de imaginarme el rostro de Adán cuando escuchó la voz de Dios en el jardín.
Pero hay buenas
noticias. Lea nuevamente los versículos que encabezan esta meditación. Allí hay
grandes verdades para la familia cristiana que tiene a Dios como edificador de
su hogar:
Nosotros, los
hombres, los PADRES de familia, hemos sido elegidos, como lo fue Abraham. ¿Para
qué?
a) para instruir a
los hijos y a la familia.
¿Y cuál es el
propósito de Dios en esa tarea, cuál es el fin?
b) que se mantengan
en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto.
¿Y entonces qué
pasará? ¡Que el Señor cumplirá todo lo prometido!
Los hebreos tuvieron
la primicia de atesorar y ser portavoces de este mensaje de tono redentor;
Además de todas las promesas y la herencia incorruptible de Dios para la
familia cristiana, tenemos, además, un gran sacerdote que la defiende y da su
vida por ella (He 10.21). Su nombre es Jesús. Y para que Ud. lo entienda con
claridad, permítame decirle que sacerdote es aquél que media entre Dios y su
pueblo. Nuestro real sacerdocio como pueblo de Dios se debe a los méritos de
Cristo en su obra redentora. La familia cristiana es también el núcleo del
pueblo escogido por Dios para gloria de aquél que nos llamó de las tinieblas a
su luz admirable. (1 Pedro 2.9)
¿Qué vamos a hacer con esta información PADRES y hermanos?
Oremos al Señor por nuestra familia y
por toda Su familia y, sobre todo, por los que tenemos la responsabilidad de
instruirla. ¡Qué Él nos ayude!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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