OJOS QUE NO VEN, CORAZÓN QUE NO SIENTE
Fuente: Camilo García
Este artículo fue producido
por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Estas personas prefieren creer que todo marcha a la
perfección en su vida antes de cerciorarse si efectivamente es así… Rara
vez se evalúan para mejorar su rendimiento y su filosofía es: “Ojos que no ven,
corazón que no siente”. Prefieren evitar la auto evaluación, para no tener que
tomar decisiones. Por esta razón, odian que se les recuerde lo que tienen que
hacer.
¿Te has detenido a examinar cuál es la validez de
este conocido refrán? Si lo analizas con detenimiento, te darás cuenta que la
lección que pretende enseñar es que la mejor manera de evitar sufrir es vivir
en la ignorancia, porque, después de todo: “Ojos que no ven, corazón que no
siente”.
Sin embargo, no te imaginas cuántas veces he
escuchado este refrán de personas que prefieren no ir al médico a pesar de las
dolencias que les aquejan, influenciadas por esta absurda idea; o padres que no
se atreven a preguntarle a sus hijos si algo anda mal, por miedo a lo que
puedan escuchar.
Puedes ir por la vida engañándote y convenciéndote
a ti mismo de que todo anda bien, o puedes hacerle frente a aquello que sabes
que debes cambiar, cambiarlo y asegurarte que todo anda bien.
Así que decide hoy mismo dejar de ser víctima del
autoengaño y realizar una autoevaluación honesta y específica para saber dónde
te encuentras en este momento en cada una de las áreas de tu vida, en especial
la espiritual.
Determina en qué áreas de tu vida necesitas cambiar
y mejorar. ¿Qué cosas te has venido diciendo que sabes que no son exactamente
ciertas, pero que te ayudan a justificar tu mediocridad? ¿Qué puedes empezar a
hacer hoy mismo que te permitirá incrementar tu productividad personal? ¿Qué
malos hábitos tienes que eliminar? Yo sé que esto no es algo que nos guste
hacer o que nos resulte placentero, pero necesitamos hacerlo, si de verdad
deseamos vivir una vida abundante.
El autoengaño hace que muchas personas prefieran no
darse por enteradas de sus problemas para no tener que lidiar con ellos. El
problema con esto es que muchas de ellas posponen tener que enfrentar sus
problemas, hasta que ya es demasiado tarde. No permitas que esto te ocurra a
ti. Juan 8:36 Jesús añadió: ’Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres’. ¿En qué consiste la verdadera libertad? La
respuesta es simplemente Jesús.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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