viernes, 21 de febrero de 2014

SABER O NO SABER

SABER O NO SABER
Fuente: Benjamín Parra
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.


 ”Hay muchas dotorerías que yo no puedo alcanzar; dende que aprendí a inorar de ningún saber me asombro…” (Martín Fierro, José Hernández, verso 1089).
Qué extraño parece al buen entendimiento esto de “aprender a ignorar”. Si hay algo que se recomienda a quienes desean desempeñarse con alguna ventaja en la vida es aprender muchas cosas. Para trabajar, para las relaciones humanas, para el desarrollo del carácter, hay que saber. A este efecto, hay montañas de materiales para leer, para escuchar, para ver. Pero hay tanta información rodeándonos día y noche que es difícil saber qué tomar y qué dejar.
Dan ganas de huir de tanto conocimiento. Alejarse de tanto aparato que regurgita información incesantemente: celulares, internet, televisión. Perder el miedo a no estar conectado. Apagar el mundo alrededor nuestro y simplemente pensar en lo que ya se sabe. Es altamente probable que después de un día completo sin artefacto alguno encendido no se va a perder nada realmente valioso. Digamos casi nada por si justamente en ese “ayuno virtual” entra una noticia de la cual sea importante enterarse. La mayor parte del saber que está disponible en este instante no tiene valor relativo alguno. No tiene ninguna relevancia para la continuidad de la existencia por lo que es posible seguir viviendo bastante decentemente sin conocerlo.
Aprender a ignorar. Un intrigante – y seductor – reto para la época presente. Librarse de la neurosis de la conectividad. Perder el miedo a no saber y tomarse la vida más tranquilamente, con más conciencia del ser, con más tiempo para pensar en lo que ya se sabe. La gracia de aprender consiste – en buena parte – en arreglar de un modo distinto las cosas que ya se saben, encontrando nuevas relaciones, nuevas luces y nuevas reflexiones en lo que ya es conocido.
“Más se sabe por viejo” es una posibilidad; a veces no, porque alguna gente se pone más necia con los años a pesar de lo que sabe. Pero a otra, el conocimiento adquirido le basta para vivir mejor, sin tanta información, sin tanto aparato y sin tanta prisa…
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.

Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”

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