SABER O NO SABER
Fuente: Benjamín Parra
Este artículo fue producido
por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
”Hay muchas dotorerías que yo no puedo alcanzar; dende que aprendí a inorar de ningún saber me asombro…” (Martín Fierro, José Hernández, verso 1089).
Qué extraño parece al buen entendimiento esto de
“aprender a ignorar”. Si hay algo que se recomienda a quienes desean
desempeñarse con alguna ventaja en la vida es aprender muchas cosas. Para
trabajar, para las relaciones humanas, para el desarrollo del carácter, hay que
saber. A este efecto, hay montañas de materiales para leer, para escuchar, para
ver. Pero hay tanta información rodeándonos día y noche que es difícil saber
qué tomar y qué dejar.
Dan ganas de huir de tanto
conocimiento. Alejarse de tanto aparato que regurgita información incesantemente:
celulares, internet, televisión. Perder el miedo a no estar conectado. Apagar
el mundo alrededor nuestro y simplemente pensar en lo que ya se sabe. Es
altamente probable que después de un día completo sin artefacto alguno
encendido no se va a perder nada realmente valioso. Digamos casi nada por si justamente en ese “ayuno virtual”
entra una noticia de la cual sea importante enterarse. La mayor parte del saber
que está disponible en este instante no tiene valor relativo alguno. No tiene
ninguna relevancia para la continuidad de la existencia por lo que es posible
seguir viviendo bastante decentemente sin conocerlo.
Aprender a ignorar. Un intrigante – y seductor –
reto para la época presente. Librarse de la neurosis de la conectividad. Perder
el miedo a no saber y tomarse la vida más tranquilamente, con más conciencia
del ser, con más tiempo para pensar en lo que ya se sabe. La gracia de aprender
consiste – en buena parte – en arreglar de un modo distinto las cosas que ya se
saben, encontrando nuevas relaciones, nuevas luces y nuevas reflexiones en lo
que ya es conocido.
“Más se sabe por viejo” es una posibilidad; a veces
no, porque alguna gente se pone más necia con los años a pesar de lo que sabe.
Pero a otra, el conocimiento adquirido le basta para vivir mejor, sin tanta
información, sin tanto aparato y sin tanta prisa…
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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