¿QUIERES SER UNA ESPOSA
FELIZ?
Fuente: Norma Peraza
Este
artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
En
estos tiempos donde el matrimonio pareciera más una vida en sacrificio que de
plenitud y felicidad, sí existe la manera de convertirte en una esposa feliz y
no por apariencia si no porque puedes alcanzar un estilo de vida permanente en
amor, respeto y servicio, que por ende reflejará armonía en tu persona, hogar e
hijos.
En principio, tienes que entender que cuando dijiste “Sí, Acepto” asumiste el compromiso de amar y hacer
feliz a tu esposo. De hecho, para que un matrimonio funcione cada uno tiene que
concentrarse en la otra persona, más que en uno mismo.
La mujer que se casa con la idea de que él la va a ser
feliz, está condenada a frustrarse esperando recibir para dar, cuando debe ser
a la inversa, dar, darse, y como consecuencia estará recibiendo, como nos dice
la Biblia en la ley de la cosecha: “Cualquiera
que siembra escasamente también recogerá escasamente, y cualquiera que siembra
generosamente, también generosamente segará“.
Mujer, nos casamos para ser felices en nuestra relación
matrimonial, y si realmente quieres lograrlo, si quieres ser una esposa plena,
tu objetivo debe ser hacer feliz a tu esposo.
Siempre y cuando no esté en amenaza tu integridad física
y psicológica por el abuso de un hombre con problemas de adicción ya sea al
alcohol, las drogas, la pornografía, las apuestas, infidelidad o incluso que no
quiera trabajar, hacerse responsable de la parte económica para su familia,
entonces adelante con estas recomendaciones.
No importa cuántos años de casada tengas, hoy es el día
para qué empieces a sembrar en que tu esposo sea mejor cada día, y para eso te
sugiero lo siguiente:
1)
ACEPTA A TU ESPOSO COMO ES
Cuando decidiste casarte, no solo aceptaste a tu esposo
en las buenas y en las malas, en la enfermedad y en la salud, en la abundancia
y la escasez, sino también con sus costumbres, carácter, temperamento, aunque
muchos de estos aspectos los desconocías y los descubriste durante la
convivencia matrimonial. Es importante que lo aceptes con todo y letras
pequeñas, como los contratos una vez firmados estás aceptando las condiciones aun
cuando se te haya escapado leer algunas de las cláusulas, y que para tu
sorpresa con el tiempo no te favorecen.
Así que para no vivir frustrada, acéptalo como es, tú no
puedes cambiarlo. Como dijo el poeta italiano Dante Alighieri, “Hay
un secreto para vivir feliz con la persona amada: no pretender modificarla.”
Lo que sí, el amor conyugal, puede provocar efectos
positivos en su persona. Por ejemplo, tal vez hay un esposo de carácter
impulsivo, se enoja fácilmente, pero cuando le tienes paciencia y lo tratas con
amabilidad puedes contrarrestar esa parte. Es cuando a pesar de cómo es, puedes
sacar lo mejor de la persona. Él no va cambiar, pero por consideración a ti,
puede mejorar esa parte.
2) SE FÁCIL DE AMAR
Nadie se puede resistir a una persona amable, porque
quien practica la amabilidad le facilita a los demás caerle bien, que la
quieran o la amen, así que tienes que hacer todo lo posible por facilitarle a
tu esposo que te amé, que no batalle, al contrario, por ese buen carácter, esa
esposa que lo espera en casa con una sonrisa, muy arregladita, atractiva para
comer o cenar, esté feliz de llegar a su hogar.
Son esos pequeños detalles como una sonrisa, una
atención, una cortesía, lo que cambia nuestras vidas porque hacen más feliz a
los que nos rodean y que mejor que el esposo, para que añore estar en casa, y
no prefiera otros motivos para estar fuera de casa, hasta trabajar horas extras
o atender reuniones fuera.
La amabilidad puede cambiar el ambiente, una respuesta
apacible impacta en la reacción del otro aun cuando se haya portado grosero y
maleducado.
3) ACTÚA EN SU BENEFICIO
No importa con quién y cuántas veces te cases si, estás
más enfocada en ti, en lo que la otra persona puede darte, o hacerte feliz, más
que en lo que tú puedes darle, te llevará al fracaso y la frustración.
La mejor decisión en cuanto a tu matrimonio es vivir
entregada a la preferencia del otro. Conviene que él crezca y tú mengues. Así,
amar es preferir al otro, preferirte por él. Sorprendentemente cuanto más se
abre el alma hacia el otro, más te engrandeces tú.
Tú mejor que nadie conoces a tu esposo, piensa qué lo
hace feliz, o que lo haría feliz a partir de tus acciones y palabras, búscalo y
deléitate en la intimidad. Se dice que el amor conyugal es un espacio donde se
puede volar toda la creatividad y libertad para hacer feliz al otro.
Entonces haz tu lista y empieza hoy, verás que lo
sembrado hoy te traerá grandes frutos.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro
Cristiano “Cristo es la Puerta”
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