BRAZOS ABIERTOS
Fuente:
yesHEis.com
¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz
y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos. Apocalipsis 3:20
Recibir a Jesús es el
primer paso. Nuestra humanidad, siempre tiende a rebelarse y querer hacer las
cosas a "nuestra manera". La guerra espiritual que libramos puede ser
dura, pero Jesús siempre está ahí para ayudarnos.
Una de las virtudes más preciosas de Jesús, la
cual es una clara evidencia de su infinito amor por nosotros, es la gran
paciencia con la que espera que regresemos a Él para abrirnos nuevamente sus
brazos.
No importa dónde hayamos estado ni que tan sucios
vengamos delante de Él, si hay arrepentimiento genuino en nuestro corazón Él
nos abraza y nos hace limpios nuevamente.
Sin embargo, pensemos cuánto sufre cuando nos ve alejarnos porque sabe lo que nos espera. El corazón de Jesús se encoge de dolor al ver cómo sufrimos las consecuencias de nuestra desobediencia.
Sin embargo, pensemos cuánto sufre cuando nos ve alejarnos porque sabe lo que nos espera. El corazón de Jesús se encoge de dolor al ver cómo sufrimos las consecuencias de nuestra desobediencia.
Este ciclo de inconstancia dura a veces toda la
vida y cuando nos damos cuenta, podemos ver con tristeza cuánto tiempo hemos
perdido.
Pongamos nuestra mirada día a día en Jesús,
abramos la puerta para que entre cada noche y cene con nosotros. De esa forma,
podremos disfrutar el plan maravilloso que Dios ha trazado en nuestras vidas,
alejándonos de los tropiezos y escogiendo el camino correcto… ¡vale la pena!
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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