EL MATRIMONIO NO ES UN RING DE BOXEO...
Fuente: Renuevo de Plenitud.com
En una reunión de esposas sube al estrado una mujer y cuenta su
historia:
"Una vez yo llegué a casa y le dije a mi esposo: Yo vengo muy
cansada del trabajo y a partir de hoy no voy a volver a cocinar....
El primer día no vi nada, el segundo día no vi nada, el tercer día
lo vi cocinando y desde ese día es el quien se encarga de la comida."
"Bravo, hurra", gritaban y aplaudían las mujeres.....
Le toca el turno a otra que cuenta su historia: "Una vez yo
llegué a casa y le dije a mi esposo: Yo vengo muy cansada del trabajo y a
partir de hoy no voy a volver a lavar ropa.... El primer día no vi nada, el
segundo día no vi nada, el tercer día lo vi en la lavandería y desde ese día es
el quien se encarga de lavar su ropa y la mía." "¡Bravo!, ¡hurra!",
gritaban y aplaudían las mujeres.....
Cuenta su historia la última mujer: "Una vez yo llegué a casa y
le dije a mi esposo: Yo vengo muy cansada del trabajo y a partir de hoy no voy
a volver ni a cocinar ni a lavar ropa.... El primer día no vi nada, el segundo
día no vi nada, el tercer día ya veía un poquito por el ojo
izquierdo....."
Es muy jocosa la anécdota, pero en medio de las risas que puedan
producir, se ve los dos extremos que han proliferado...un movimiento feminista
y un típico espíritu machista. La Biblia no
presenta ninguno de los dos, sino un modelo sano y edificante.
El modelo de una pareja colocada en el Edén para mutuamente
complementarse. El
matrimonio no es un Ring de boxeo para ver cuál puede más, sino una mesa de
diálogo y un campo de equipo. Hagamos de nuestros matrimonio verdaderos equipos mutuos de
crecimiento y proyección.
Efesios 5:22-25
Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para
santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a
fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. En todo
caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la
mujer respete a su marido.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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