EL BRAZO
Fuente: Ana María
frege Issa
Este artículo fue
producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Una
antigua historia nos relata acerca de un valiente capitán cuya bandera estaba
casi siempre en la primera línea de batalla; su espada era temida por sus
enemigos, porque se lo consideraba el mensajero de la mortandad y de la
victoria.
Un día su rey le
pidió que le mostrara su espada; cuando éste la tuvo en sus manos la tomó con
cuidado, la examinó y la devolvió con el siguiente mensaje: “No veo nada
maravilloso en esta espada. No puedo entender por qué un hombre le puede tener
tanto miedo”.
El capitán envió su respuesta: “Vuestra Majestad se ha
dignado examinar la espada; pero no le envié el brazo que la maneja. Si hubiera
examinado ese brazo, y el corazón que dirige al brazo, habría entendido el
misterio”.
Lo mismo sucede en nuestras batallas diarias, no se
trata de quiénes somos, de lo que hemos logrado, de lo que sabemos o poseemos,
sino de la confianza que tengamos en Dios y de si le permitimos a Él dirigir y
pelear nuestras batallas.
Muchas veces el enemigo que enfrentamos se presenta
como un gigante al que humanamente sería muy difícil hacerle frente
y mucho más ganar la pelea, pero cuando nos encomendamos a Dios y ponemos
nuestros miedos, frustraciones y limitaciones humildemente delante de Él, lo
sobrenatural comienza a ocurrir y salimos más que victoriosos de la batalla.
Dios busca corazones humildes, sinceros, que sean
capaces de confiar en Él y reconocer que todos los logros y las victorias son
porque le permitimos tomar lo poco que somos y usarnos, que aunque nuestras espadas
se ven comunes a simple vista, cuando están en Sus manos son invencibles.
Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es
quien me ayuda, por eso no tendré miedo. ¿Qué me puede hacer un simple
mortal?». Hebreos 13:6 (NTV)
Permite que Dios sea el que mueva tu espada, con Él la
victoria está asegurada.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
No hay comentarios:
Publicar un comentario