miércoles, 10 de septiembre de 2014

RECONOCIENDO SU VOZ

RECONOCIENDO SU VOZ
Fuente: Milagros García Klibansky
Congregación León de Judá
Yo soy el buen pastor; el buen pastor da Su vida por las ovejas. Juan 10:11
Libraré Mis ovejas y ya no serán presa; juzgaré entre oveja y oveja. Ezequiel 34:22

Hace unos días, en espera del ómnibus, me puse a observar un perro callejero que permanece casi siempre en ese lugar. Caminaba de un lado a otro, se veía, como decimos en Cuba, "achurrado". Esto es sinónimo de enfermo, triste, abandonado, en fin, era la imagen de la desolación. Pasó un rato y repentinamente su actitud cambió por completo, levantó sus orejas, irguió la cabeza y su cola comenzó a moverse vigorosamente, me asombró, ya que no hallaba la causa de esto, pero no pasó mucho tiempo para que el misterio me fuera revelado porque avanzando hacia él, un hombre le acarició la cabeza y le dio unas palmaditas en el lomo. El animal que antes mostraba un estado deplorable, ahora parecía lleno de vigor saltando y ladrando con alegría. ¡Su amo había llegado!
¿A cuántos de nosotros nos parece conocida esta historia?
¿Cuántos de nosotros vivíamos “achurrados” en las calles de la vida?
¿Cómo te sentiste cuando tu amo, el Señor de tu vida te acarició?
¿Cuándo te llamaron por tu nombre y te dijeron que eras la “Niña de sus ojos”?
¿No es cierto que floreciste de nuevo?
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen…” (Juan 10.14) ¡Como salto de gozo cuando mi amo me acaricia! Si tuviera cola yo también la movería. No ladro, pero de mis labios brota la alabanza y se abre mi pecho porque tanto amor no me cabe en él.
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen…” (Jn 10.27) Su voz sublime que habla a mi alma, la única voz que escucha mi corazón.
“y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Jn 10-29) y esas palabras caen como gotas refrescantes sobre mí y se hidrata mi ser con su agua viva. ¡Nadie! Él es absoluto, por mucho que me aleje, aun allí me sostendrá su mano y me traerá de regreso, vendará las heridas que traiga conmigo y me restaurará, es la promesa de quien es “Fiel y Verdadero”
Y es que aun siendo lo que soy, Él pone su vida por mí, porque quiere ponerla, no porque nadie lo obligue a hacerlo, porque me ama y es por eso que yo puedo amar, porque soy tan amada que ese amor puedo repartirlo, es abundante, hay de sobra para todos.
¿Sientes su amor?, indudable, seguro, permanente, inmutable, indestructible, tan cierto como tú respiración, tan suave como la brisa de primavera, tan fuerte y firme como su vida. “Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar” (Juan 10.18) Real como su sacrificio.
Entonces di: ¿Por qué te abates, oh alma mía y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. (Salmo 42.5)
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


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