NO VIVO LA VIDA QUE QUIERO 2
Por
Alejandra Stamateas
Publicado
por: Edgardo Tosoni
Devocionaldiario.org
CONTINUEMOS.
Cuando
decís “No me gusta la vida que estoy viviendo” desde el deseo, lo que estás
expresando es: “Todavía no logré lo que quiero, pero sé que lo voy a alcanzar”.
En este caso puedes visualizar que hay un proceso que comienza desde el propio
momento en que empiezas a valorar lo que has logrado hasta el día de hoy.
Muchas
mujeres no valoran lo que lograron en sus vidas, pues al naturalizarlo sienten
que no consiguieron nada. Por ejemplo, dicen: “Lo único que hice en mi vida fue
tener siete hijos”. En este caso dichas mujeres no valoran su rol como madre y
la ardua tarea de criar y educar a sus hijos que asumieron. Del mismo modo, tal
vez hayas naturalizado tus logros y no los puedas valorar.
Frente
a esa situación es importante que sepas que no podrás hacer algo nuevo hasta
que no empieces a valorar todo lo que has conseguido. Por eso, a la hora de mirar
aquello que no lograste, hazlo desde el deseo. Dicho de otro modo, visualiza
que tu vida está en un proceso y que no estás detenida, sino que estás yendo
rumbo a eso que tanto anhelas. ¡Comienza a valorar aquello que has construido
durante toda tu vida! Quizás pienses: “Mi vida fue horrible. ¡Mira todo lo que
me pasó! Me divorcié mucha veces, mis hijos no me quieren ver y mis amigas ni
siquiera me llaman por teléfono”. Sin embargo, quiero decirte que pese a todo
has logrado muchas cosas en tu vida y es tiempo de que las empieces a valorar.
Cabe
aclarar que valorar no implica decir: “Estoy feliz con esto que logré y me
conformo”. Por el contrario, valorar es decir: “Esto es lo que logré y este fue
el proceso que atravesé para llegar hasta acá”. De esta manera, al ver el
camino que recorriste para llegar hasta donde hoy estás te darás cuenta de que
tienes que hacer algo distinto para ir más allá. Por ejemplo, si estudiaste
para dar un examen y obtuviste un dos eso significa que tienes que aprender
mucho más de lo que sabes para alcanzar una mejor calificación. En síntesis,
valorar no significa que te quedes estancada en aquello que lograste, sino que
digas: “Esto es lo que logré hasta ahora, pero si quiero un cambio en mi vida
tengo que seguir caminando y emprender un nuevo proceso para llegar al sueño
que tengo”. ¡Nunca te detengas!
Una
manera de empezar a valorar lo que lograste es utilizar la frase: “Por lo
menos…”. No es una actitud de conformismo sino de reconocer tus logros y de
tener en mente que vas por más. Por eso, si alquilas tu casa, di: “Por lo menos
alquilo”; si no tienes pareja, di: “Por lo menos tengo ganas”; si estás enferma
di: “Por lo menos estoy viva”. Dale el verdadero valor a todo lo que has
logrado en tu vida, a todo el camino que has recorrido y al esfuerzo que has
hecho.
Tal
vez las cosas no te hayan salido como querías, pero por lo menos estás
caminando hacia tu meta, hacia esa promesa que Dios te ha dado. ¡Deja de contar
lo malo y empieza a contar todas las experiencias buenas que has tenido! Cuando
hablé en un estadio ante ocho mil mujeres me pregunté: “¿Cómo llegue hasta
acá?, ¿qué fue lo que sucedió para que se hayan juntado tantas personas?”. Al
reflexionar en eso comprendí que ese evento no surgió de la nada, sino que fue
el resultado de todo un trabajo en el que estuve sembrando para cosechar.
Valora todo el trabajo y el esfuerzo que has hecho y di: “Hasta acá llegué,
pero ahora voy por más”.
(CONTINÚA…)
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