POR EL BIEN DE LOS
NIETOS, CÓMO SER UNBUEN ABUELO
Por: Norma Peraza
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Sin duda
alguna, una de las etapas bellas que se puede experimentar en la vida es la de
conocer a los hijos de tus hijos, porque es la bendición más grande de lo que
más amas. Cuando se es abuelo, ya no hay rotundas obligaciones con los hijos
que se fueron, ni hay responsabilidad directa en la educación de los nietos.
Aunque sí existe siempre el pendiente de que los nietos tengan lo mejor y les
vaya bien en la vida.
Un buen abuelo es simplemente acompañar, estar cerca,
incluso con la preocupación de cómo no hacer las cosas. Ahora, cualquiera que
sea la situación de un abuelo, ya sea que viva en su propia casa o donde viven
los hijos casados, cerca o lejos, en la misma ciudad u otra, es importante que
sepa ayudar a sus hijos, yernos o nueras, dentro del ámbito familiar, pero con
una condición: prestarla sólo y cuando sea preciso y sólo cuando la ayuda sea
requerida.
Así que para quienes sus hijos los han hecho abuelos,
sean conscientes que ustedes desempeñan una importante función a todos los
niveles en la vida familiar. Su sola presencia nos hace cobrar
conciencia de nuestras raíces, y lo que aportan es de gran valor, por eso les
invito a que reflexionen en lo siguiente:
1) MIMAR SIN EXCESO
Se comenta muy seguido que los abuelos miman mucho, y es
natural porque suelen ser más comprensivos y tolerantes que los padres, lo cual
no está mal, siempre y cuando no caigan en el exceso, porque si es así, debe
evitarse. Aun cuando la responsabilidad principal de educar es de los padres,
no es excluyente de los abuelos. Se trata de respaldar la labor educativa del
padre y de la madre, de estar atentos al estilo y normas que establecen para su
educación. Por ejemplo, si los padres exigen a los hijos que se ocupen de todo
lo que pueden resolver por sí mismos para fomentar la responsabilidad, la
independencia y otros aspectos que les favorecen, y los abuelos hacen lo
contrario cuando conviven con ellos, de ser permisivos en todo, sin que tengan
esfuerzo alguno, están desacreditando la labor de papá y mamá, y eso no sólo afecta
la armonía entre abuelos y padres, sino que también pone en desequilibrio la
relación de padres e hijos.
Sin necesidad de que los abuelos renuncien a su estilo
amoroso de tratar a los nietos, han de estar conscientes de que se ha de decir
“no” en ocasiones, por el bien de los nietos...
2) RECONOCER LA NUEVA AUTORIDAD
Hay ocasiones en que los abuelos no asimilan
adecuadamente la nueva situación de que el hijo o la hija ya están en un nuevo
rol de responsabilidades propias. Por lo que no renuncian a un dirigismo en la
vida de los hijos, esto es más común cuando los padres-abuelos viven juntos, o
bien, conviven muy seguido por la necesidad que los nietos se quedan al cuidado
de los abuelos; por lo que se desata una serie de desacuerdos sobre cómo actúan
los padres en ésta o aquella situación con sus nietos. Si bien, los abuelos se
consideran la voz de la experiencia, también es de la sabiduría, por lo que
siempre deben buscar la manera de cómo y en qué momento decir su opinión sobre
cierta situación, pero a solas, sin presencia de los nietos para no desatar
conflictos y roces.
Al final es buscar una solución anteponiendo el cariño y
amor a todo lo demás, es comprender a los hijos en su rol de padre o madre. Son
familia, y los nietos como gran bendición debe ser causa de unidad y armonía
entre abuelos y padres, y no de pleitos y distanciamiento.
Así que hay que pensarla dos veces antes de dar dinero o
comprarles cosas a los nietos sin contar con los padres, o tolerarles caprichos
inadecuados, no permitiendo que se corrija en el momento. Hay que evitar
desacreditar a los padres, mejor hay que apóyalos en educar y no malcriar.
3) APROVECHANDO LA EXPERIENCIA
El que esté dentro de la familia con el rol de abuelo,
es aportar el sentido común y la sensatez propios de la mayor edad, haciéndolo
con finura, respeto y con todo el amor. Se puede aprovechar ese diálogo
maravilloso entre abuelos y nietos, por algo se ha afirmado que los abuelos
tienen el carisma de romper las barreras entre las generaciones.
Como los padres suelen ejercer la autoridad con más
energía y constancia que los abuelos, sobre todo en la adolescencia, los hijos
les pesa mucho más abrirse en ciertas cosas con los padres que con los abuelos,
y es ahí cuando, la voz de la experiencia puede hacer presencia para un buen
consejo, una buena palabra de aliento, incluso hasta una simple pero poderosa
acción de “me dejas orar por ti”. No hay mejor palabras que impacten en
la vida de un nieto que las oraciones de lo abuela o abuelo.
Proverbios 17:6 dice: “Corona de los ancianos son los
hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres”.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
No hay comentarios:
Publicar un comentario