lunes, 12 de mayo de 2014

Y JESÚS LE DIJO: AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS DE TODO TU CORAZÓN, Y DE TODA TU ALMA, Y DE TODA TU MENTE. ESTE ES EL PRIMERO Y EL GRANDE MANDAMIENTO. Y EL SEGUNDO ES SEMEJANTE A ÉSTE: AMARÁS A TÚ PRÓJIMO COMO A TI MISMO.

Y JESÚS LE DIJO: AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS DE TODO TU CORAZÓN, Y DE TODA TU ALMA, Y DE TODA TU MENTE.  ESTE ES EL PRIMERO Y EL GRANDE MANDAMIENTO. Y EL SEGUNDO ES SEMEJANTE A ÉSTE: AMARÁS A TÚ PRÓJIMO COMO A TI MISMO.
Mateo 22: 37-39
Fuente: yesHEis.org
A veces caminamos por el mundo cumpliendo nuestras tareas cotidianas y no nos detenemos a mirar el dolor ajeno, la causa de la tristeza en el rostro de una persona o las dificultades que pueda estar atravesando quien está a nuestro lado.

Pero a medida que estrechamos lazos en nuestra relación con Dios, vemos cómo Él nos enseña a mirar a nuestro prójimo de la forma en que Él los mira.

Qué hermoso es poder intervenir en la vida de alguien para que conozca a Dios de una manera personal, para cubrir sus necesidades o hasta para darle un consejo. Aunque no lo creas, podemos ser agentes de cambio.
 
Pidámosle a Dios que nos ayude a mirar a las personas como Él las mira, a amarlas y a ser las manos y los pies de Jesús aquí en la tierra.

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


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