Fuente: Mensajes Cristianos.net
El Hijo de Dios… tiene ojos
como llama de fuego.
Más
engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo
comprenderá? Yo, el SEÑOR, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos,
para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras.
para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras.
Has
puesto nuestras iniquidades delante de ti, nuestros pecados secretos a la luz
de tu presencia.
El
Señor se volvió y miró a Pedro. Y recordó Pedro la palabra del Señor, cómo le
había dicho… y saliendo fuera, lloró amargamente.
Pero
Jesús, por su parte, no se confiaba a ellos, porque conocía a todos, y no tenía
necesidad de que nadie le diera testimonio del hombre, pues Él sabía lo que
había en el hombre.
Porque Él
sabe de qué estamos hechos, se acuerda de que somos sólo polvo.
No
quebrará la caña cascada, ni apagará el pabilo mortecino;
El
Señor conoce a los que son suyos.
Yo soy
el buen pastor, y conozco mis ovejas y las mías me conocen.
Mis
ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y
jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano.
Ap. 2:18 Jer.17:9, 10 Sal.
90:8 Lc. 22:61, 62 Jn. 2:24, 25 Sal.
103:14 Is. 42:3 II Ti. 2:19 Jn. 10:14, 27,
28
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Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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