Fuente: Mensajes Cristianos.net
Soy yo; no temáis.
Cuando lo vi,
caí como muerto a sus pies. Y Él puso su mano derecha sobre mí, diciendo: No
temas, yo soy el primero y el último, y el que vive, y estuve muerto; y he
aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte
y del Hades.
Yo, yo soy el
que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus
pecados.
¡Ay de mí! Porque
perdido estoy… porque han visto mis ojos al Rey, el SEÑOR de los
ejércitos. Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido
en su mano, que había tomado del altar con las tenazas; y con él tocó mi boca,
y dijo: He aquí, esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y
perdonado tu pecado.
He disipado como una
densa nube tus transgresiones, y como espesa niebla tus pecados.
Vuélvete a mí, porque
yo te he redimido.
Hijitos míos, os
escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para
con el Padre, a Jesucristo el justo.
Jn.
6:20 Ap. 1:17,18 Is. 43:25; 6:5-7;
44:22 I Jn. 2:1
Vanidad de vanidades, todo es vanidad.
Acabamos
nuestros años como un suspiro. Los días de nuestra vida llegan a setenta
años; y en caso de mayor vigor, a ochenta años. Con todo, su
orgullo es sólo trabajo y pesar, porque pronto pasa, y volamos.
Si
hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los
hombres, los más dignos de lástima.
No
tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir.
Porque
yo, el SEÑOR, no cambio.
Nuestra
ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un
Salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de nuestro
estado de humillación en conformidad al cuerpo de su gloria, por el ejercicio
del poder que tiene aún para sujetar todas las cosas a sí mismo.
La
creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de
aquel que la sometió, en la esperanza.
Jesucristo
es el mismo ayer y hoy y por los siglos.
SANTO,
SANTO, SANTO, es EL SEÑOR DIOS, EL TODOPODEROSO, el que era, el que es y el
que ha de venir.
Ec. 1:2 Sal. 90:9, 10 I
Co. 15:19 He.13:14 Mal. 3:6 Fil.
3:20,21 Ro. 8:20
He. 13:8 Ap.
4:8
Recibe
una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro
Cristiano “Cristo es la Puerta”
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario