viernes, 23 de mayo de 2014

"PORQUE ÉL LIBRARÁ AL MENESTEROSO QUE CLAMARE, Y AL AFLIGIDO QUE NO TUVIERE QUIEN LE SOCORRA."

"PORQUE ÉL LIBRARÁ AL MENESTEROSO QUE CLAMARE, Y AL AFLIGIDO QUE NO TUVIERE QUIEN LE SOCORRA."
Salmo 72: 12.
Fuente: Charles H. Spurgeon
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

El menesteroso clama; ¿qué otra cosa podría hacer?

Su clamor es oído por Dios; ¿qué otra cosa necesitaría hacer?

El lector menesteroso necesita ponerse a clamar de inmediato, pues esto será su sabiduría.

No clames a los oídos de amigos, pues incluso si pudieran ayudarte sería únicamente debido a que el Señor los capacita para ayudarte.

La ruta más rápida es acudir directamente a Dios, y hacer que tu clamor suba delante de Él. La línea recta permite correr mejor: corre al Señor, y no acudas a las causas secundarias. 

"¡Ay!", -clamas- "no tengo ni amigos ni ayudadores".

Es mucho mejor así; puedes apoyarte en Dios bajo ambas carencias: sin provisiones y sin ayudadores. Haz de tu doble necesidad tu doble súplica.

Incluso en lo relativo a las misericordias temporales puedes esperar en Dios, pues Él se preocupa por Sus hijos en estos asuntos temporales.

 En cuanto a las necesidades espirituales, que son las más abrumadoras de todas, el Señor oirá tu clamor, y te liberará y te abastecerá. 

Oh, amigo pobre, prueba a tu Dios rico. Oh, tú que eres desvalido, apóyate en Su ayuda. Él nunca me ha fallado, y estoy seguro de que nunca te fallará.

Acude como un mendigo, y Dios no rehusará darte ayuda. Ven sin otro argumento que Su gracia. Jesús es Rey, ¿acaso te dejará perecer por causa de tu necesidad? ¡Cómo! ¿Olvidaste esto?

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”






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