"PORQUE ÉL
LIBRARÁ AL MENESTEROSO QUE CLAMARE, Y AL AFLIGIDO QUE NO TUVIERE QUIEN LE
SOCORRA."
Salmo 72: 12.
Fuente: Charles H. Spurgeon
Fuente: Charles H. Spurgeon
La
Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.
El menesteroso clama; ¿qué otra cosa podría hacer?
Su clamor es oído por Dios; ¿qué
otra cosa necesitaría hacer?
El lector menesteroso necesita
ponerse a clamar de inmediato, pues esto será su sabiduría.
No clames a los oídos de amigos,
pues incluso si pudieran ayudarte sería únicamente debido a que el Señor los
capacita para ayudarte.
La ruta más rápida es acudir
directamente a Dios, y hacer que tu clamor suba delante de Él. La línea recta
permite correr mejor: corre al Señor, y no acudas a las causas secundarias.
"¡Ay!", -clamas- "no tengo ni amigos ni ayudadores".
Es mucho mejor así; puedes
apoyarte en Dios bajo ambas carencias: sin provisiones y sin ayudadores. Haz de
tu doble necesidad tu doble súplica.
Incluso en lo relativo a las
misericordias temporales puedes esperar en Dios, pues Él se preocupa por Sus
hijos en estos asuntos temporales.
En cuanto a las necesidades espirituales, que
son las más abrumadoras de todas, el Señor oirá tu clamor, y te liberará y te
abastecerá.
Oh, amigo pobre, prueba a tu Dios rico. Oh, tú que eres desvalido, apóyate en Su ayuda. Él nunca me ha fallado, y estoy seguro de que nunca te fallará.
Acude como un mendigo, y Dios no
rehusará darte ayuda. Ven sin otro argumento que Su gracia. Jesús es Rey,
¿acaso te dejará perecer por causa de tu necesidad? ¡Cómo! ¿Olvidaste esto?
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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