EL VALOR DE UNA ORACIÓN
Fuente: Renuevo de
Plenitud.com
Señor...
...Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a
no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me
dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no
juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la
desesperación si fracaso
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia
que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la
venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del
fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme
y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor... si yo me olvido de ti, Tú por favor nunca te
olvides de mí!
No es cuanto oras… sino cómo oras y a quién oras lo que
determina el valor de la oración. Si te diriges al Padre y tu oración es libre
de egoísmos, vanidades o falsas ilusiones, entonces tendrás una oración de
calidad.
Si lo afliges y él clama a mí, ciertamente yo escucharé
su clamor. Éxodo 22:23
Entonces clamó el pueblo a Moisés, y Moisés oró al
Señor y el fuego se apagó. Núm. 11:2
Entonces clamó Sansón a Dios, y dijo: Señor, acuérdate
ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de
una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos. Jueces 16:28
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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