SELLADOS
CON EL ESPÍRITU
Fuente: Faustino de Jesús Zamora Vargas
Congregación León de Judá
En El también ustedes, después
de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de su salvación, y habiendo
creído, fueron sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa. Efesios
1:13
|
||
Conforme a la promesa que les
hice cuando salieron de Egipto, Mi Espíritu permanece en medio de ustedes; no
teman. Ageo 2:5
|
Dios estampó su cuño
de gracia en la vida de sus hijos, nos selló para siempre. El influjo de su
naturaleza divina permeó nuestra condición humana y cuando estábamos muertos en
vida, derramó su Espíritu completo con una transfusión de bendiciones para
renovarnos con una vida nueva, garantía de nuestra herencia en Cristo. “Y el
que nos preparó para esto mismo es Dios, quien nos dio el Espíritu como garantía”
(2 Co 5.5).
No son muchas las
ocasiones en que meditamos en lo que tenemos, sino en lo que supuestamente nos
falta. Rogamos bendiciones y no nos percatamos que ya estamos completos. Los
temores nos asedian, las expectativas mal enfocadas del mundo se cuelan por las
brechas que dejamos abiertas. El estrés nos zarandea. La paz interior parece
una meta difícil de alcanzar. El cónyuge que adulteró a su pareja, el hijo que
abandona el hogar para disfrutar otras libertades sin compromisos religiosos,
el padre que ya perdió la esperanza de que Dios le sonría de una vez; bajos
salarios y vida abrumada por la lucha del día a día, poca estima de uno mismo.
Sequedad espiritual por poca fe. Ríos de agua viva que el corazón ha dejado de
bombear. “El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: ‘De lo más profundo de
su ser brotarán ríos de agua viva.’ ” (Juan 7.38)
-Señor ¿dónde estás?-
-Estoy en ti, a tu
lado como siempre. ¿Cómo puedes verme si no me buscas, si no me llamas? ¿Acaso
no sientes mi Espíritu? ¿No será que has estado cavando tus propias cisternas
que no retienen el agua porque están agrietadas? (Jeremías 2.13)
Por la fe en
Jesucristo Dios nos ha sellado con su Espíritu. El sello espiritual habla de
nuestra pertenencia a Cristo. Somos propiedad de Él. Hemos sido divinamente
elegidos por Dios en su Hijo, único mediador de sus bendiciones espirituales.
Fue su voluntad. Sólo que tales bendiciones están seguras por medio de una
imprescindible relación con Cristo para distinguirnos del resto del mundo al
estampar en nuestros corazones el sello noble del Espíritu Santo. ¿Lo creemos?
El sello no sólo es símbolo de pertenencia, sino de legitimidad y de autoridad.
Nos habla de herencia para el día en que Dios perfeccione la buena obra que
comenzó en nosotros, habla de seguridad y plenitud, del celo del Padre por
nosotros sus hijos.
¿Estás mostrando el
sello de Dios en tu vida diaria? Las recetas del médico no son válidas si no
tienen su cuño. Ud. no puede aparecerse en una farmacia con una receta si no
tiene la firma y el sello personal del médico o de la institución que la avala.
Lo mismo sucede con los hijos de Dios. El mundo no nos da crédito si no le
mostramos el Espíritu que ha renovado nuestras mentes y nos ha transformado. No
se trata de parecer cristiano, sino de serlo. Una vida de plenitud en Cristo
debe ser legítima, transparente, que muestre el poder del Espíritu en lo que
decimos y hacemos y que impacte a otros.
Espiritualidad puede ser una condición poco
confiable para los que nos ven y juzgan a diario. Somos “escudriñados” casi
permanentemente por aquellos a quienes queremos impactar. Recuérdalo desde que
te levantes hasta que te acuestes: estás sellado por Dios con su Espíritu,
motivo de gozo y compromiso, principio de gratitud por lo que ahora somos en
Cristo, seguro de vida para siempre.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
No hay comentarios:
Publicar un comentario