EL LAZO INVISIBLE
Ana María
Frege Issa
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
Bajo la calurosa luz del sol, una
caravana atravesaba las arenas del desierto. Poco antes del atardecer se
detuvieron para preparar el campamento donde iban a pernoctar. Un joven al que
habían contratado para que se ocupara de los camellos se le acercó al jefe del
grupo diciéndole:
- Tengo un problema, son 18 camellos y solo tengo 17
cuerdas para amarrarlos.
- Eso no es ningún problema – le dijo el jefe – los
camellos no son muy inteligente. Amarra los primeros 17 y luego te acercas al
último y simulas amarrarlo a él también. Como habrá visto que todos sus
compañeros fueron amarrados y habrá sentido que te acercaste a hacerle lo
mismo, se quedará quieto toda la noche pensando que él también está atado.
El joven fue a hacer lo que le dijo el jefe sin
protestar pero sin creer nada de lo que había escuchado. Al terminar se percató
de que el último camello se quedó tranquilo junto a sus compañeros.
Al amanecer el joven vio con alivio que el camello
permanecía allí donde lo había dejado. Entonces liberó a los otros 17 camellos
ya que pronto debían partir. Cuando la caravana se puso en camino, el joven
corrió hacia su jefe diciendo:
- Espere, espere, hay un camello que no nos sigue.
- ¿Es el mismo camello al que simulaste amarrar anoche?
– contestó el jefe con una media sonrisa en los labios.
- Sí ¿Cómo lo sabe?
- Seguro que esta mañana se te olvidó soltarlo
- Pero no tiene amarras
- Lo sé – contestó pacientemente el jefe –, pero el
camello todavía piensa que está amarrado. Corre, simula soltarlo y verás que se
pondrá en camino.
Muchas veces nosotros pasamos por lo mismo que el
camello de esta historia. Alguien pudo atarnos con algo que no existe. A
veces creemos lo que nos dicen y permitimos que nos dejen quietos, atados
a complejos e ideas falsas acerca de nuestra capacidad, de nuestros dones y
talentos. Nos quedamos quietos en un lugar inmovilizados por algo que no existe
y perdemos oportunidades, dejamos que la vida se pase sin que podamos cumplir
nuestro propósito.
¿Tienes sueños? Ve por ellos, ponte de pie y empieza a
caminar, sal de la zona donde te has quedado esperando que alguien desate esa
cuerda inexistente. Dios preparó cosas buenas para ti desde hace mucho
tiempo, pero debes levantarte.
“Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de
nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que
preparó para nosotros tiempo atrás.” Efesios 2:10 (NTV)
Dios ya te dio la libertad que necesitabas, camina sin
temor y no permitas que nadie te quite ese hermoso regalo; cuida de no
ser carcelero de nadie, recuerda que con nuestras palabras y acciones
podemos atar a las persona, destruirlas e impedir que Dios cumpla el propósito
en sus vidas e incluso tú podrías ser presa de tu propia trampa al no reconocer
el valor que Dios te dio, no te menosprecies y lucha por alcanzar aquello que
Dios te prometió.”
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro
Cristiano “Cristo es la Puerta”
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