SU
FIDELIDAD
Fuente:
Faustino de Jesús Zamora V.
Congregación
León de Judá
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Fiel es Dios, por medio de
quien fueron llamados a la comunión con Su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. 1
Corintios 1:9
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¡La Roca! Su obra es perfecta,
porque todos Sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia,
justo y recto es El. Deuteronomio 32:4
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Cuando pienso en la
fidelidad de Dios me vienen a la mente un montón de hermoso versículos que
resume el carácter fiel de nuestro Señor. Pero hay uno que parece un canto del
Señor al corazón del hombre infiel. Dice la Palabra: “Los montes se moverán y
los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia ni el pacto
de mi paz se romperá”. (Is 54:10). Sí, somos como las colinas y los montes.
Dios nos afirma y nos alienta a cada paso, pero cuando llega la hora y el día
malo, temblamos, nos derrumbamos y olvidamos su promesa de fidelidad. Aun
mostrando indolencia e ignorando sus preciosas promesas, nos dice que su ayuda
y provisión nunca nos va a faltar. Nada parece retratar tan grandemente el
carácter de Dios y su relación con sus hijos como su fidelidad, que es
intemporal y sempiterna. “Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es
su fidelidad!” (Lm 3.23)
Es difícil descansar
en la fidelidad de Dios si vivimos de espaldas a la Palabra y descuidamos la
comunión con nuestro Señor. Cuando nuestra fe sufre la prueba de las caídas en
nuestro diario caminar, cuando fallamos y deseamos huir de la presencia de Dios
procurando ocultar el pecado tras hojitas de higuera, sus misericordias y su
fidelidad nos demuestran que a pesar de las ingratitudes y deslealtades, Él
permanece fiel. “Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá
del maligno” (2 Ts 3.3).
Él es digno de
confianza, pero la contrariedad en nuestro corazón está en que dudamos de esa
fidelidad y derrumbamos los muros de nuestra fe. “Si somos infieles, él sigue
siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo” (2 Ti 2:13).Dios ha resistido
con paciencia a través de los siglos las recaídas de la fe de sus hijos y ha
exaltado a aquellos que han sido fieles confiando en su fidelidad. No me
imagino a Noé construyendo un arca durante decenas de años si no hubiera estado
confiado en la fidelidad de Dios.
Recuerdo ahora mismo
la parábola del hijo pródigo, la fidelidad del padre amoroso y sus brazos
abiertos al perdón de la miseria humana. El hijo confesó su pecado, se humilló
sinceramente y el padre le pudo vestiduras nuevas de perdón restaurando un
pasado de soberbia, orgullo y rebelión. “Si confesamos nuestros pecados, él es
fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1
Jn 1:9).
El evangelio es
esperanza, primero para los que no conocen a Cristo, pero también lo es para el
cristiano. Cuando Cristo nos llama a permanecer firmes y vivir la fe, nos está
llamando a que descansemos en su fidelidad, sin temor, con valentía, aun cuando
nuestra fe no siempre satisfaga sus expectativas. Él nos conoce, sabe de
nuestras cojeras espirituales, pero se goza en recordarnos su pacto de gracia.
“Pero entonces, si a algunos les faltó la fe, ¿acaso su falta de fe anula la
fidelidad de Dios? Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean
valientes y fuertes”. Ro 3.3 (NVI).
No hay mayor prueba de la fidelidad de Dios que el
habernos revelado a su hijo Jesucristo, imagen fiel del Padre, razón y
fundamento para proponernos crecer cada día en la fidelidad hacia Él.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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