domingo, 4 de mayo de 2014

PERFECCIONANDO LA SANTIDAD EN EL TEMOR DE DIOS.

PERFECCIONANDO LA SANTIDAD EN EL TEMOR DE DIOS.
Fuente: Mensajes Cristianos.net

Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu.
He aquí, tú deseas la verdad en lo más íntimo, y en lo secreto me harás conocer sabiduría.
enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente.
Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús.
Y todo el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como Él es puro.
Y el que nos preparó para esto mismo es Dios, quien nos dio el Espíritu como garantía.
a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
   II Co. 7:1, Sal. 51:6   Tit. 2:12   Mt. 5:16   Fil.3:12   I Jn. 3:3   II Co. 5:5   Ef. 4:12, 13
 YO TE GLORIFIQUÉ EN LA TIERRA.
 Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.
Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar.
¿Por qué me buscabais? ¿Acaso no sabíais que me era necesario estar en la casa de mi Padre? Pero ellos no entendieron las palabras que Él les había dicho.
Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella. Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?
Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.
Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido.
Y todos hablaban bien de Él y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca.
Digno eres…porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra.
   Jn. 17:4; 4:34; 9:4   Lc. 2:49, 50   Jn. 11:4, 40   Lc. 2:52; 3:22; 4:22   Ap. 5:9, 10
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.

Centro Cristiano “Cristo es la Puerta” 

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