martes, 19 de noviembre de 2013

CORRIGIENDO A SUS HIJOS

CORRIGIENDO A SUS HIJOS
Fuente: Jorge Cota
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVC LAVOZ.

 Cada padre debe enseñarle a sus hijos a respetarlo. Es por eso que la disciplina debe ser una expresión de amor y no de castigo. Asimismo, los padres deben ser dignos de respeto. Esto se logra al hacer que sus hijos se sientan amados. La disciplina no es agradable es por eso que los niños siempre harán cualquier cosa con tal de escaparse.
Como el niño de 8 años que instintivamente contestó el teléfono de su casa y susurró: “Hola.” La voz del otro lado dijo: “Sí bueno, ¿se encuentra tu mamá en casa?” el niño contestó: “Sí, pero está ocupada” “¿Está tu papá en casa?” “Sí pero también está ocupado…”  “Bueno, ¿hay algún otro adulto en tu casa con el que pueda hablar? “Sí, hay un policía y un bombero” “¿Podría hablar con uno de los dos?” “No, ellos también están ocupados” “¿Bueno, y qué están haciendo todos que están tan ocupados?” Hubo una pausa muy larga y después el niño contestó: “Me están buscando”.
De manera que la pregunta es: ¿Cuándo es necesario corregir a sus hijos? La respuesta: En el momento que su hijo lo desafíe. Cuando el niño se le ponga al tú por tú es ahora de disciplinar. Jamás discipline por errores o accidentes, porque derramó la leche en la mesa o porque se tropezó con su florero de $50 dólares. Discipline al niño cuando lo desafíe, por despecho. ¡Hágalo siempre! Porque la confrontación determina quién está en control.
Ahora bien si usted se encuentra gritándoles a sus hijos constantemente es una señal de que está perdiendo el control. Entonces, ¿Cómo disciplinamos?
1)   Jamás discipline con la intención de avergonzar. Nunca subestime a su niño enfrente de los demás. ¡No lo haga! Llévelo a un cuarto, al baño, pero nunca públicamente.

2)   Jamás discipline en coraje. Sabe, muchos padres disciplinan a sus hijos cuando ya están hartos y enfadados. Tenga por seguro que cuando está enojado hará cosas tontas. Así que mejor espere a que se le pase el enojo.


3)   Jamás discipline a un niño de 0-24 meses de edad. Las nalgadas son efectivas para los niños de 2-10 años de edad. Jamás de los jamás utilice su mano. Use una varita. No le jale las orejas, las patillas, el cabello, ni le dé coscorrones, y tampoco le tire con la chancla.

      4) Jamás nalguee a su hijo hasta que comprenda por qué lo va a corregir. Después de que lo haya corregido, abrácelo, demuéstrele afecto hasta que haya dejado de llorar. Cerciórese de que el niño haya entendido por qué fue corregido. Cuando le niño le diga, “Sí, papá ya no vuelvo a tirarte el carrito en la cara” entonces ha aprendido la lección.

Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


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