CUANDO EL CORAZÓN SE QUEBRANTA.
Fuente: Alva Vargas de Contreras.
Renuevo de Plenitud.com
“A Dios clamé estando en angustia, y Él me respondió”. Salmo 120:1
Esta es la expresión de un hombre de Dios cuyo
corazón estaba quebrantado. Puede ser también la tuya atravesando
momentos de sufrimiento o quebranto.
El sufrimiento es parte de la vida. Creo que
todos los seres humanos lo necesitamos e indudablemente lo experimentamos en
algún momento de nuestro transitar por este mundo. Es a través de
él que entendemos que hay un ser Soberano, que entiende lo más profundo del
corazón del hombre y de la mujer, Dios, y a quien podemos acudir en busca de
auxilio.
Es a través del sufrimiento que afloran nuestras
asperezas, nuestras actitudes, nuestras motivaciones, nuestro egocentrismo.
En el sufrimiento las lágrimas brotan de nuestros
ojos, y son una expresión del alma por el dolor que sentimos. El
sufrimiento puede arroparnos por varias causas: enfermedades terminales,
discapacidades, muerte, abusos, rechazos, malas noticias, separación,
desobediencia a la ley divina. Ante el sufrimiento, necesitamos tomar
decisiones, y dependiendo de ellas, al final veremos los frutos.
Jesús dijo: “En el mundo tendréis
aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 16: 33.
Tenemos que
enfrentar el sufrimiento.
Bárbara Johnson, autora de best-séller, humorista y
oradora de conferencias muy solicitada, es una mujer que ha experimentado mucho
dolor por el accidente devastador que casi dejó a su esposo ciego y comatoso,
como un vegetal; las muertes violentas de dos de sus cuatro hijos, y
finalmente, el descubrimiento de la homosexualidad de otro hijo.
Tengo unos amigos, quienes enfrentan el dolor de
ver a su pequeñita hija de 4 años, postrada en una cama como un vegetal.
Después de verla sana, alegre correteando en su casa, de pronto una alta fiebre
atacó su cerebro, dejándola en tal estado de gravedad.
Ante todas estas situaciones, nos
preguntamos: ¿Por qué?
Unos expresan dolor, otros, ira, enojo, otros
culpan a Dios, a la gente o a las circunstancias, o a sí mismos, otros
caen en depresiones, otros deciden terminar con su vida y se suicidan.
Pero, nos preguntamos, ¿son normales tales
reacciones? Doy gracias a Dios que nos ha hecho con emociones y podemos
llorar, reír, gritar, etc. La cuestión aquí es que además de que Dios nos
ha dado emociones, también nos ha dado dominio propio y es allí donde tenemos
que hacer un alto y reflexionar acerca de nuestras reacciones frente al sufrimiento.
El experimentar sufrimiento en algún momento de
nuestra vida, debe llevarnos a hacer algunas preguntas: ¿Es mi culpa? ¿He
desobedecido leyes humanas o divinas? ¿He descuidado lo que Dios me ha
dado? ¿Es por culpa de otros cuyas palabras y acciones han hecho pedazos
mi vida? ¿Es por el rechazo que viene de un ser querido en la
familia? ¿Es porque somos perseguidos y porque nos difaman? ¿Es
porque otros se aprovechan de nosotros, nos usan, o porque es difícil llevarse
bien? ¿Es porque las circunstancias adversas de la vida me han tocado?
Cualquiera que sea la respuesta, y dependiendo de
nuestra actitud, el final será provechoso si sabemos que nuestra vida está en
manos de aquel quien nos trajo a este mundo con un propósito específico: “Dar
gloria a El”
Veamos algunos ejemplos de personajes bíblicos que
experimentaron sufrimiento y cómo reaccionaron.
Ana es una mujer que experimentó
el sufrimiento a través de su esterilidad, y a través de la humillación de su
sierva. Su reacción fue de llanto, tristeza y dolor, pero también
de tomar una decisión firme al ir en busca de ayuda de aquel quien es un Dios
Todopoderoso, Omnisciente, Omnipresente, a pesar de la mala interpretación del
siervo de Dios quien la observaba en su momento de dolor y angustia. 1 Samuel 1:6-10
El sufrimiento de Abigail radicó en el marido que tenía. Un hombre duro y
de malas obras, en contraste con ella quien era una mujer de
entendimiento. Esta mujer ante su sufrimiento, supo callar y actuar
sabiamente en un momento crucial de su vida y de su familia. 1 Samuel. 25:3.
No hay nadie que haya experimentado más sufrimiento
en su vida como lo experimentó Jesús.
Fue traicionado, perseguido, criticado, angustiado, y el momento más
difícil de su vida fue antes de dar su vida por la humanidad, cuando estando en
Getsemaní oro: “Padre, si quieres, pasa
de mi esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y
estando en agonía, oraba más intensamente, y era su sudor como grandes
gotas de sangre que caían hasta la tierra”. Vemos su reacción ante el
sufrimiento: dispuesto a hacer siempre la voluntad de su Padre y cumplir
su meta en esta tierra. Isaías 53:
3-10.
·
El sufrimiento es parte de la vida. Dependiendo de la actitud que tomemos frente a él, la
vida se hará más llevadera, o se tornará en una carga muy difícil de soportar.
·
Podremos utilizarlo como un ministerio de consolación, así como lo hizo
Jesús: “Pues en cuanto él mismo
padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”
(Hebreos 2:8).
“CUANDO EL CORAZÓN
SE QUEBRANTA, LA ACTITUD ES LO QUE CUENTA”
Si tu corazón está quebrantado, te animo a que
descanses plenamente en Dios, él, mejor que cualquier persona en este
mundo, te entiende y sabe cómo consolarte.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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