NO
HAY MOTIVO PARA LA DESESPERACIÓN
Fuente: Charles Spurgeon
La Chequera del Banco de la Fe.
Traducción de Allan Roman.
Congregación León de Judá
Pues esta aflicción leve y
pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación.
2
Corintios 4:17
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No contenderá con nosotros para
siempre, ni para siempre guardará su enojo. Salmos
103:9
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Él contenderá algunas
veces, pues no sería un padre sabio para tales pobres hijos errantes como somos
nosotros. Su reprensión es muy dolorosa para quienes son sinceros, pues sienten
cuán tristemente la merecen, y cuán indebido de su parte es contristarlo.
Nosotros sabemos lo que esta contención significa, y nos inclinamos delante del
Señor, lamentando haberle conducido a estar enojado con nosotros.
Pero, ¡qué consuelo encontramos
en estas líneas! No contenderá "para siempre". Si nos arrepentimos y
nos volvemos a Él con corazones quebrantados por el pecado y quebrantados a
consecuencia del pecado, Él nos sonreirá de inmediato. Para Él no es un placer
volver un rostro ceñudo hacia aquellos que ama de todo corazón: Él se goza de
que nuestro gozo sea pleno.
Vamos, busquemos Su
rostro. No hay motivo para la desesperación, y ni siquiera para el desaliento.
Amemos al Dios contendiente, y antes de que pase mucho tiempo cantaremos:
"Tu indignación se apartó, y me has consolado." ¡Desaparezcan,
oscuros presentimientos, cuervos del alma! ¡Vengan a mí, humildes esperanzas y
recuerdos agradecidos, palomas del corazón! Quien nos perdonó hace mucho tiempo
como un juez, puede perdonarnos otra vez como Padre, y nos regocijaremos en Su
amor dulce e inmutable.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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