NO ESTÉS ANSIOSO
POR NADA
Fuente: Camilo García
Este artículo fue
producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ
Todas las personas saben cuáles son los síntomas de la ansiedad:
hormigueos en el estómago antes de la primera cita, la tensión que se siente
cuando el jefe está enojado, la forma en que el corazón late si se está en
peligro. La ansiedad lo incita a actuar, lo anima a enfrentarse a una situación
amenazadora, lo hace estudiar más para un examen y lo mantiene alerta cuando
está dando un discurso. En general, ayuda a enfrentarse a las situaciones. Pero
si usted sufre de trastorno de ansiedad, esta emoción normalmente útil puede
dar un resultado contrario: Evita que se enfrente a una situación y trastorna
su vida diaria. Los trastornos de ansiedad no son sólo un caso de nervios; son
enfermedades muy relacionadas con la estructura biológica y las experiencias en
la vida de un individuo y con frecuencia son hereditarias.
Hay varios tipos de trastornos de ansiedad, cada
uno con sus características propias.
Un trastorno de ansiedad puede hacer que la
personase sienta ansiosa casi todo el tiempo, sin causa aparente. Las
sensaciones de ansiedad pueden ser tan incómodas que para evitarlas es probable
que usted hasta suspenda algunas de sus actividades diarias. La persona puede
tener ataques ocasionales de ansiedad tan intensos, que lo aterrorizan e
inmovilizan.
En el National Institute of Mental Health, la
agencia federal que apoya la investigación relacionada con trastornos mentales,
salud mental y cerebro, los científicos están aprendiendo cada vez más sobre la
naturaleza de los trastornos de ansiedad, sus causas y cómo mitigarlos.
Normalmente, tanto el miedo como la ansiedad son útiles porque nos permiten
evitar situaciones peligrosas, nos ponen alerta frente a las mismas y nos
suministran motivación para afrontar los problemas. Sin embargo, si estos
sentimientos se vuelven demasiado intensos o duraderos, pueden interferir en
nuestra capacidad para hacer las actividades que queremos y hacernos sentir
desdichados e infelices. Hablar sobre los problemas puede ayudar cuando la
ansiedad surge ante algún conflicto reciente, como puede ser la pérdida del
empleo, el tener un hijo enfermo o el abandono de la pareja ¿Con quién hablar?
Lo recomendable sería intentar hacerlo con amigos o familiares en los que se
confíe, cuyas opiniones se respeten, y que sepan escuchar. Ellos pueden haber
pasado por las mismas dificultades, o conocer a alguien que las haya tenido. Si
hablamos, es probable que nos demos cuenta que otras personas han afrontado una
situación similar. Los grupos de autoayuda son una buena forma de entrar en
contacto con personas que han tenido problemas similares. Ellos serán capaces
de comprender lo que nos está pasando y nos podrán sugerir alguna forma de
superar la situación.
No olvide que la vida sólo es una. Si no se cuida
del estrés y la ansiedad puede hacer que ésta se
Convierta en un serio problema. Procure vivir con
mayores niveles de control y disfrute todo aquello que le permita bajar sus
niveles de ansiedad; evitará problemas de salud y obtendrá más paz espiritual.
Dios en su palabra nos invita a reflexionar y
actuar en ella y Él nos dice:
Filipenses 4:6-7
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de
gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo
es la Puerta”
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