JEHOVÁ-SAMA (EL SEÑOR ESTÁ ALLÍ)
Fuente:
Mensajes Cristianos.net
He
aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos
y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.
Las
doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era de una sola perla; y
la calle de la ciudad era de oro puro, como cristal transparente. Y no vi en
ella templo alguno, porque su templo es el Señor, el Dios Todopoderoso, y el
Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la ilumine, porque
la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
En
cuanto a mí, en justicia contemplaré tu rostro; al despertar, me saciaré cuando
contemple tu imagen.
¿A
quién tengo yo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti, nada deseo en la
tierra.
Judá
será habitada para siempre, y Jerusalén por todas las generaciones. Yo
vengaré su sangre, que aún no he vengado, pues el SEÑOR habita en Sión.
Canta
de júbilo y alégrate, oh hija de Sión; porque he aquí, vengo, y habitaré en
medio de ti–declara el SEÑOR.
Y ya no
habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará allí, y sus
siervos le servirán.
Ez. 48:35 Ap. 21:3;
22,23 Sal.17:15; 73:25 Joel 3:20,21 Zac.
2:10 Ap. 22:3
HIJOS,
GUARDAOS DE LOS ÍDOLOS.
Dame, hijo mío, tu corazón.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de
la tierra.
Hijo de hombre, estos hombres han
erigido sus ídolos en su corazón, y han puesto delante de su rostro lo que los
hace caer en su iniquidad. ¿Me dejaré yo consultar por ellos?
Por tanto, considerad los miembros de vuestro
cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los
malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación
y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina
y en la perdición.
La raíz de todos los males es el amor al dinero,
por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con
muchos dolores.
Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y
sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.
Si las riquezas aumentan, no pongáis el corazón en
ellas.
Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puro, y mi
ganancia es mejor que la plata escogida.
Donde esté tu tesoro, allí estará también tu
corazón.
El SEÑOR mira el corazón.
I Jn.
5:21 Pr. 23:26 Col. 3:2 Ez.14:3
Col. 3:5 I Ti. 6:9-11 Sal. 62:10 Pr.
8:19 Mt. 6:21 I S. 16:7
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Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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