LA
ORACIÓN, CAMINO A LA SUFICIENCIA
FUENTE: DR. ROBERTO MIRANDA
Congregación León de Judá
Gozosos en la esperanza,
sufridos en la tribulación, constantes en la oración. Romanos
12:12
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Nuestra ayuda está en el nombre
del SEÑOR, Que hizo los cielos y la tierra. Salmos
124:8
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La oración poderosa y
efectiva nace de ese gran abismo que se abre dentro de nosotros cuando
consideramos nuestra impotencia esencial. Se trata de un sano reconocimiento de
que, según sugiere el título de la famosa novela del escritor peruano Ciro
Alegría, "el mundo es ancho y ajeno".
El mundo está poblado
de fuerzas hostiles. Es mucho más misterioso, insondable y complejo de lo que
podemos procesar con nuestra capacidad limitada. Abandonados a nuestros propios
recursos, sin los brazos poderosos de nuestro Padre celestial para defendernos
y sacarnos del hoyo, somos como niños indefensos en una selva poblada de
fieras.
Ese es el sentimiento
de humildad y dependencia total que manifiestan los salmos 120 a 134, conocidos
como “Cánticos graduales” o “Canciones de las subidas”. El salmo 124, en
particular, expresa esa sobrecogedora consciencia de parte del escritor de que
si no fuera por la intervención misericordiosa de Jehová, fácilmente hubiera
sucumbido ante los ataques inmisericordes del enemigo:
1 A no haber estado Jehová por nosotros,
Diga ahora Israel;
2 A no haber estado Jehová por nosotros,
Cuando se levantaron contra nosotros los hombres,
3 Vivos nos habrían tragado entonces,
Cuando se encendió su furor contra nosotros.
4 Entonces nos habrían inundado las aguas;
Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente;
5 Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas.
6 Bendito sea Jehová,
Que no nos dio por presa a los dientes de ellos.
7 Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores;
Se rompió el lazo, y escapamos nosotros.
8 Nuestro socorro está en el nombre de Jehová,
Que hizo el cielo y la tierra.
En su comentario sobre este hermoso salmo, el Dr. Samuel Pagán escribe: El mensaje central del salmo reconoce la intervención divina como fuente extraordinaria de salvación. La imagen fundamental que se desprende de la poesía es la de un Dios que acompaña a su pueblo a través de las vicisitudes y angustias de la existencia humana. El propósito básico del poeta es afirmar de manera categórica que el pueblo no ha estado solo y que de la misma forma que en el pasado experimentó la liberación divina también en el presente y el futuro ese mismo poder redentor está dispuesto para responder al clamor del pueblo.
La oración auténtica
siempre será el producto de un reconocimiento de que no tenemos lo que se
requiere, de que carecemos de la sabiduría, la fuerza, la solución, los
recursos, que necesitamos. La oración efectiva siempre surge de un hombre o una
mujer que se mira a sí mismo y dice, “No sé qué hacer; no tengo lo que
necesito. No está dentro de mí lo que se requiere para vencer en esta
situación”.
Pero la oración siempre va más allá de ese
reconocimiento inicial de insuficiencia. Después de admitir su impotencia, la
persona que cree vuelve los ojos hacia Dios, extiende sus manos, y abre su alma
en expectativa de la respuesta misericordiosa del Padre celestial.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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