CONSUELO ETERNO.
Fuente:
Mensajes Cristianos.net
Yo
recordaré sin embargo mi pacto contigo en los días de tu juventud, y
estableceré para ti un pacto eterno.
Porque
por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados.
Por lo
cual Él también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de Él
se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos.
Por lo
cual también sufro estas cosas, pero no me avergüenzo; porque yo sé en quién he
creído, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta
aquel día.
Los
dones y el llamamiento de Dios son irrevocables.
¿Quién
nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
El
Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas
de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.
Entonces
nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así
estaremos con el Señor siempre. Por tanto, confortaos unos a otros con estas
palabras.
Este no
es lugar de descanso.
Porque
no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir.
II Ts. 2:16 Ez.
16:60 He. 10:14; 7:25 II Ti. 1:12 Ro.
11:29; 8:35 Ap. 7:17 I Ts. 4:17, 18
Mi. 2:10
HABÍA EN
MI CORAZÓN COMO UN FUEGO ARDIENTE METIDO EN MIS HUESOS; TRATÉ DE CONTENERLO, Y
NO PUDE.
Porque
si predico el evangelio, no tengo nada de qué gloriarme, pues estoy bajo el
deber de hacerlo; pues ¡ay de mí si no predico el evangelio! ¿Cuál es,
entonces, mi recompensa? Que al predicar el evangelio, pueda ofrecerlo
gratuitamente sin hacer pleno uso de mi derecho en el evangelio.
Cuando
los llamaron, les ordenaron no hablar ni enseñar en el nombre de Jesús. Mas
respondiendo Pedro y Juan, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es justo
delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque nosotros no
podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
El amor de Cristo nos constriñe.
Tuve
miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra… Pero su señor respondió, y le
dijo: Siervo malo y perezoso…Debías entonces haber puesto mi dinero en el
banco, y al llegar yo hubiera recibido mi dinero con intereses.
Vete a
tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti,
y cómo tuvo misericordia de ti.
Jer. 20:9 I Co.9:16, 18
Hch. 4:18-20 II Co. 5:14 Mt. 25:25-27 Mr.
5:19
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Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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