LAS
BENDICIONES DEL TRABAJO
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Fuente: ministros.org
Una madre trabajó y sufrió mucho para criar a su
numerosa familia. Uno de los hijos llegó a ser gerente de una gran empresa.
Cuando la madre quedó viuda ese hijo la invitó a vivir en la casa de él:
Proveyó para ella un hermoso departamento y le asignó algunos sirvientes para
que la cuidaran.
Después de algunas semanas notaron que la madre
salía a compras y se quedaba fuera de la casa todo el día. Notaron que siempre
pedía al chofer que la dejara en cierta esquina a las ocho de la mañana y que
la recogiera a las cuatro de la tarde, tres días de cada semana y siempre los
mismos días.
Descubrieron que ella había conseguido trabajo como
ama de casa.
La madre explicó a su hijo que no quiso ofenderlo,
pero que en verdad no estaba contenta al no tener ningún trabajo qué hacer.
Debemos recordar que el trabajo es honroso, que es
una bendición, y que la pereza voluntaria es un pecado.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”
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