miércoles, 9 de abril de 2014

EN TI PONDRÁN SU CONFIANZA LOS QUE CONOCEN TU NOMBRE.

EN TI PONDRÁN SU CONFIANZA LOS QUE CONOCEN TU NOMBRE.
Fuente: Mensajes Cristianos.net

Este es su nombre por el cual será llamado: “El SEÑOR, justicia nuestra.”
Vendré con los hechos poderosos de DIOS el Señor; haré mención de tu justicia, de la tuya sola.
Se llamará su nombre Admirable, Consejero,
Yo sé, oh SEÑOR, que no depende del hombre su camino, ni de quien anda el dirigir sus pasos.
Dios Poderoso, Padre Eterno.
Yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día.
Príncipe de Paz.
El mismo es nuestra paz.
Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
El nombre del SEÑOR es torre fuerte, a ella corre el justo y está a salvo.
¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda!
Como aves que vuelan, así protegerá el SEÑOR de los ejércitos a Jerusalén; la protegerá y la librará, la perdonará y la rescatará.
 Sal. 9:10   Jer. 23:6   Sal. 71:16   Is. 9:6   Jer. 10:23   Is. 9:6   II Ti 1:12  
Is. 9:6   Ef. 2:14   Ro. 5:1   Pr. 18:10   Is. 31:1, 5
EL SEÑOR LO SOSTENDRÁ EN SU LECHO DE ENFERMO;
EN SU ENFERMEDAD, RESTAURARÁS SU SALUD.
En todas sus angustias Él fue afligido, y el ángel de su presencia los salvó; en su amor y en su compasión los redimió, los levantó y los sostuvo todos los días de antaño.
Señor, mira, el que tú amas está enfermo.
Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.  Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
 Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día.
En El vivimos, nos movemos y existimos.
El da fuerzas al fatigado, y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor. Aun los mancebos se fatigan y se cansan, y los jóvenes tropiezan y vacilan, pero los que esperan en el SEÑOR  renovarán sus fuerzas;  se remontarán con alas como las águilas,  correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
¡El eterno Dios es tu refugio, y debajo están los brazos eternos!
Sal 41:3   Is. 63:9   Jn. 11:3   II Co. 12:9   Fil. 4:13   II Co. 4:16   Hch. 17:28   Is. 40:29-31   Dt. 33:27
ELLOS VERÁN SU ROSTRO.
Te ruego que me muestres tu gloria. Y añadió: No puedes ver mi rostro; porque nadie puede verme, y vivir. 
Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer.
HE AQUI, VIENE CON LAS NUBES y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por El.
Lo veré, pero no ahora; lo contemplaré, pero no cerca.   
Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo. Y después de deshecha mi piel, aun en mi carne veré a Dios.  
En cuanto a mí, en justicia contemplaré tu rostro; al despertar, me saciaré cuando contemple tu imagen.
Sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a El porque le veremos como Él es.
Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre.
Ap. 22:4   Ex. 33:18, 20   Jn. 1:18   Ap. 1:7   Num.24:17   Job 19:25, 26   Sal. 17:15   I Jn. 3:2   I Ts. 4:16, 17
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo Dios Oye.
Centro Cristiano “Cristo es la Puerta”


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