EL AGRICULTOR
Fuente: Renuevo de
Plenitud.com
Un hombre tenía un
sembrado de flores estupendas; cada día salían de su cultivo centenares de
paquetes a vender a la ciudad con las flores más bellas y fragantes que nadie
pudiera conocer.
Este señor año por
año ganaba el premio a las flores más grandes y de mejor calidad y como era de
esperarse era la admiración de todos en la región; un día se acercó un
periodista de un canal de televisión a preguntarle el secreto de su éxito, a lo
que el hombre contestó:
- Mi éxito se lo
debo a que de cada cultivo saco las mejores semillas y las comparto con mis
vecinos, para que ellos también las siembren.
- ¿Cómo?- respondió
el periodista- pero eso es una locura, ¿acaso no teme que sus vecinos se hagan
famosos como usted y le quiten su importancia?
El hombre dijo: -
Yo lo hago porque al tener ellos buenos sembrados el viento me va a devolver a
mi cultivo buenas semillas y la cosecha va a ser mayor; si no lo hiciera así
ellos sembrarían semillas de mala calidad que el viento traería a mi cultiva y
cruzaría las semillas, haciendo que mis flores sean de mala calidad.
Lo mismo ocurre en
nuestra vida. Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan
bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Quienes optan
por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, pues el
bienestar de cada uno está unido al bienestar común.
Gálatas 6:2
Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid
así la ley de Cristo.
Recibe una Bendición y un Saludo de Tú Amigo
Dios Oye.
Centro
Cristiano “Cristo es la Puerta”
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